N° 51

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El trabajo que se presenta en este dossier denominado: Investigar en el campo educativo en pandemia. Problemas y horizontes de posibilidad  forma parte de las distintas actividades que en el año 2021 se realizaron en el ámbito de la comunicación o difusión pública de la ciencia desde el Núcleo de Actividades Científico Tecnológicas “Investigación en Formación Inicial y Prácticas Educativas” de la Facultad de Ciencias Sociales (NACT IFIPRAC_Ed - FACSO - UNCPBA). El material fue compilado por Analía Errobidart y Gimena I. Fernandez.

 

Presentación Analía Errobidar y Gimena I. Fernandez

Primer panel

Bitácora de investigación, ser protagonistas de un cambio de paradigma. Mónica Sobrino.

Hacer de la experiencia un relato. A propósito de la investigación (y la vida) en pandemia Cecilia Ferrarino.

La crisis de la pandemia ha potenciado la necesidad de encuentro para compartir hallazgos e incertidumbres Analía Errobidart.

Segundo panel

Investigar procesos emancipatorios en tiempos de pandemia Silvina Aida Romero.

Investigar y cuidar infancias. Mujeres malabaristas en pandemia Florencia María Paez y Laura Simoni.

Investigación educativa y escuela secundaria: el desafío de repensarnos con el campo Gabriela Casenave.

Tercer panel

Como darle “play” nuevamente a la tarea investigativa. Luisa Arias.

Desafíos y perspectivas de investigación en educación física María Laura Gonzalez de Alvarez.

Los desafíos de investigar durante pandemia Stella Pasquariello.

Anudamientos y reflexiones de la moderadora. Entre puentes, redes y malabares se teje un nuevo tiempo de habitar la investigación. Ana M. Viscaino

“Ni investigadores ni influencers” Compartir experiencias entre pares para “aprender haciendo” el oficio del investigador Gimena I. Fernandez

 

 

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Gimena I. Fernández[1] 

En los últimos años, la relación entre jóvenes y redes sociales ha sido objeto de múltiples investigaciones y debates en distintas áreas de conocimiento, pero fundamentalmente en el ámbito educativo. Sin embargo, qué sucede si nos preguntamos acerca de las posibilidades que pueden ofrecer esas redes sociales para la comunicación pública de la ciencia (CPC). Un interrogante similar planteó una de las representantes de las Universidades Nacionales que formaron parte del Ciclo de Conversaciones “Investigar en el campo educativo en pandemia: problemas y horizontes de posibilidad”: vamos a darle la voz a las y los jóvenes que forman parte de nuestros proyectos de investigación, ¿y si lo hacemos desde un espacio que ellos/as consuman habitualmente, como Instagram?

Esta pregunta generó un debate interno, entre las organizadoras del Ciclo de Conversaciones, sobre los formatos en los que se comunica la ciencia y un análisis de las ventajas y desventajas que podría traer el cambio en la modalidad: de panel a diálogo en vivo, de Youtube a Instagram, dejar la figura del moderador, entre otros.

En este punto, es pertinente recuperar lo propuesto por Garza Almanza (2017) en relación a que existe un importante número de científicos que pone en duda la utilidad de las redes sociales para comunicar la producción científica, dado que las consideran “una herramienta blanda que ahora está de moda” (p.10) y no respeta los estándares de los canales especializados. Lejos de esas posturas tradicionales, están quienes visualizan el potencial de las aplicaciones y redes sociales, e identifican sus dentro de sus ventajas “la facilidad de uso, la posibilidad de llegar a públicos masivos, la rapidez y la posibilidad de utilizarse en cualquier lugar y momento” (Milán, M., Mecha, R., Fernández Bayo, I., Menéndez, O., Fuertes, J.; 2019: 7). Las redes sociales, como Instagram, permiten visibilizar la producción a públicos diversos, al mismo tiempo que habilitan la escucha y el diálogo desde espacios como las transmisiones en vivo o las historias[2], lo cual puede convertirse en una herramienta fundamental para intercambiar opiniones, generar debates, realizar sondeos de percepción, entre otras funcionalidades.

Luego de poner en consideración del grupo de trabajo las ventajas y desventajas de recurrir a redes sociales como Instagram para continuar con el Ciclo de Conversaciones, se tomó la determinación de que el formato de transmisión en vivo era el adecuado, pensando en un encuentro distendido entre jóvenes que, en muchos de los casos, se encontraban ante la primera instancia de intercambio de experiencias de forma pública, con representantes de otras Universidades Nacionales, Regionales y/o Provinciales.

Una vez decidido el formato, otra de las cuestiones a considerar fue la organización y la logística de la transmisión. En la primera parte del Ciclo dicha tarea estuvo a cargo de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO-UNICEN) y cada una de las conversaciones fue emitida por el canal de Youtube institucional. Ante la posibilidad de migrar la segunda parte a Instagram, la propuesta de las auxiliares de Extensión fue la realización de videos de cada uno de los jóvenes convocados, de un minuto de duración[3], que se publicarían desde la cuenta de usuario institucional.

Se analizó la propuesta, pero fue desestimada por considerar que el formato -video expositivo, breve- se alejaba de la lógica con la que funciona un conversatorio o un panel, además de perder la posibilidad de intercambio y diálogo activo entre los distintos agentes y los públicos diversos que pueden presenciar un encuentro en vivo, algo fundamental en los modelos de CPC actuales (Cortassa, 2010).

Frente a esta situación, se tomó la determinación de transmitir la segunda parte del Ciclo de Conversaciones desde la cuenta de Instagram del NACT IFIPRAC-Ed, lo que implicó también una tarea de difusión del perfil, dado que hasta el momento contaba con menos de 100 seguidores, lo que reduce las posibilidades de convocar una audiencia numerosa.

El detrás de escena de las transmisiones en Instagram

Resueltos los debates internos y a partir de la difusión entre participantes del perfil del NACT en Instagram, comenzó la tarea de logística y organización de cada emisión. En función de ello, desde el equipo organizativo se consultó con representantes de las distintas Universidades Nacionales, Provinciales y/o Regionales participantes sobre la posibilidad de convocar jóvenes para participar de esta segunda parte. La convocatoria tuvo una buena recepción y dada la cantidad de interesados en ser parte del intercambio y la cantidad de participantes/oradores que permite la red social[4] para las transmisiones en vivo, se organizaron tres encuentros:

-       Viernes 22 de Octubre, 17hs.: becarios y aspirantes a beca de posgrado y graduados.

-       Lunes 25 de Octubre, 18hs.: estudiantes de grado que cuentan con una beca Estímulo a las Vocaciones Científicas del Consejo Interuniversitario Nacional (EVC-CIN).

-       Miércoles 27 de Octubre, 17hs.: estudiantes de grado colaboradores en proyectos de investigación.

De forma previa a los encuentros en vivo, se crearon tres grupos de WhatsApp -uno para cada diálogo-, con el propósito de realizar una primera presentación entre los participantes, explicar la dinámica del intercambio y plantear una serie de interrogantes a responder durante la transmisión. En líneas generales, los encuentros se organizaron en tres momentos:

-       Primero: presentación personal, pertenencia institucional (universidad/grupo/proyecto), tema de investigación (o de interés) individual y su vinculación con el proyecto del que forma parte.

-       Segundo: preguntas específicas de acuerdo al perfil de los participantes del ciclo.

-       Tercero: reflexiones sobre el impacto de la pandemia en sus trayectorias y proyecciones a futuro.

Además, en cada emisión, uno de los presentes debía tomar el rol de anfitrión, lo que implicaba iniciar la transmisión en vivo, dar acceso al resto de los invitados y también llevar el hilo conductor del intercambio. Esta tarea fue coordinada en la previa por Gimena Fernández, quien, además de ser anfitriona del primer panel, se encargó de acompañar a dos integrantes del NACT IFIPRAC_Ed designadas para ocupar ese rol en los diálogos restantes y coordinar la dinámica de cada intercambio “detrás de escena”.

A continuación, se presenta una breve síntesis del desarrollo de cada uno de los encuentros que se transmitieron en vivo y en directo por la cuenta de Instagram del NACT IFIPRAC-Ed (@ifipracedfacso), entre el 22 y el 27 de Octubre de 2021.

Graduados, becarios y aspirantes a beca de posgrado encargados de romper el hielo en redes

El primer encuentro contó con la participación de Mariángeles Soria Reyna, en representación de la Universidad Nacional de Tucumán (UN Tucumán); Silvina Mentasti, graduada de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (FACSO-UNICEN) y aspirante a beca de posgrado; Daniel Hernández, graduado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Comahue (FACE-UNCo); y Gimena Fernández, graduada de FACSO-UNICEN y becaria de posgrado de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC-BA). Ésta última ofició de anfitriona del encuentro, organizando el intercambio y el diálogo en función de los interrogantes antes previstos.

Luego de la presentación del ciclo y de cada uno de los participantes, en relación a las preguntas específicas planteadas para este espacio, se hizo énfasis en los siguientes puntos:

-       para becarios y aspirantes a beca de organismos de ciencia y técnica: características de la beca, motivos por los que aplicó; relación entre beca y formación de posgrado;

-       para quienes cursan un posgrado: estado de avance de la cursada y de la tesis; influencia de la pandemia de COVID-19 en las posibilidades de cursada/realización de trabajo de campo/etc.;

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Lo interesante de este primer encuentro es que cada uno de los participantes se encuentra en una instancia de avance y/o desarrollo de su recorrido post graduación diferente. Mientras que Daniel realiza sus primeras experiencias como docente en el nivel secundario y colabora en el proyecto de investigación que dirige la Dra. Mónica Sobrino (FACE-UNCo), Silvina aguarda la evaluación de su postulación a una beca doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y participa activamente del proyecto de investigación “Escuela secundaria, configuraciones culturales y aprendizajes significativos” que dirige la Dra. Analía Errobidart (FACSO-UNCPBA). Comparte ese espacio con Gimena, quien además transita el 3er año de beca doctoral de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires. Por su parte, Mariangel se encuentra en la última etapa de su beca, a punto de entregar su tesis doctoral, hecho que se demoró por el contexto de pandemia.

En este sentido, la posibilidad de dialogar sobre el recorrido de cada uno, compartir sensaciones, impresiones, valoraciones sobre el proceso, resulta fundamental para enriquecer la experiencia personal, además de poder establecer paralelismos con situaciones que todos/as han atravesado -desde los más avanzados hasta los recién graduados- y sentir que “no estás solo/a”, “no sos el/la único/a” que se enfrenta a esas emociones, inquietudes, temores, incertidumbres cuando uno se inicia en el oficio de investigador, al mismo tiempo que comienza a desarrollar su desempeño en el ámbito laboral.

Por otro lado, en relación al impacto de la pandemia en las trayectorias de cada uno/a, hubo coincidencia entre las becarias la incidencia del contexto y la situación epidemiológica en su objeto de estudio -el campo educativo-, lo que obligó a reformulaciones en el trabajo de campo y en la producción de la tesis doctoral. Por su parte, para Silvina fue un momento de inflexión, dado que decidió involucrarse de manera activa con el grupo de investigación, los proyectos vigentes, encontrar una temática de interés y comenzar a desandar el camino de investigar en el campo educativo, una experiencia novedosa para ella debido a su formación como Licenciada en Comunicación Social. 

Primeros espacios de intercambio interuniversidades entre becarias EVC-CIN

El segundo encuentro contó con la participación de cinco estudiantes de grado, becarias EVC-CIN -convocatoria 2020-: Tania García Loaiza y Natalia Clarotti[1], en representación de la Sede Alto Valle de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN); Catalina Camadro Basso por FACE-UNCo; Gisela Brochero de la Facultad de Educación Física de la Universidad Nacional de Córdoba (UPC); y Verónica Pianciola, estudiante de FACSO-UNICEN, quien tomó el rol de anfitriona.

Al igual que en el primer encuentro, inicialmente se dio la ronda de presentación, para luego dar paso a las preguntas relacionadas con su tarea como becarias en grupos o proyectos de investigación:

-       motivos por los cuales decidieron vincularse con un proyecto o grupo de investigación durante la cursada de su carrera de grado;

-       características de la convocatoria a beca EVC-CIN, experiencias y/o vivencias durante el desarrollo de la presentación y el proceso de evaluación de la misma;

-       expectativas en relación al trabajo de “investigar en educación”, herramientas y/o aprendizajes que les está brindando este tiempo como becarias para desarrollarse a futuro.

4Las becarias EVC-CIN de la Universidad Nacional de Río Negro forman parte del Centro de Estudios e Investigación en Educación de dicha Universidad. Sin embargo, su trabajo se desarrolla dentro de dos proyectos de investigación diferentes. Tania propone describir y analizar Trabajos Finales Integradores de la Especialización en Docencia Universitaria de la UNRN, bajo la dirección de Eduardo Lozano, en el marco del proyecto de investigación “Trayectorias de Formación en la Especialización en Docencia Universitaria de la Universidad Nacional de Río Negro”. Por su parte, Natalia trabajará sobre propuestas pedagógicas con base en proyectos interdisciplinarios, bajo la dirección de Pablo Carranza, en el marco de la investigación en curso denominada “Propuestas pedagógicas basadas en proyectos interdisciplinarios. Identificación de principales potencialidades y dificultades”. Catalina propone investigar las narrativas de enseñanza en la formación docente inicial que se producen en plataformas y aplicaciones, bajo la dirección de Mónica Sobrino, en el marco del proyecto “Narrativas de enseñanza en la formación docente inicial” (FACE-UNCo). Gisela, dirigida por María Florencia Páez y Marina Macchione, aborda la temática de Género y Educación Física escolar, en el marco del proyecto de investigación interdisciplinar denominado “Formas de vinculación social en las prácticas profesionales de egresados y egresadas de la Facultad de Educación Física”. Por último, Verónica se propone indagar acerca de la posibilidad -o no- de generar aprendizajes significativos en el nivel secundario, en el marco de las propuestas de continuidad pedagógica desarrolladas en el contexto de pandemia por COVID-19, bajo la dirección de Ana Viscaíno y Gabriela Casenave, dentro del proyecto “Escuela secundaria, configuraciones culturales y aprendizaje significativo” vigente dentro del NACT IFIPRAC_Ed (FACSO-UNCPBA).

En este diálogo en vivo se encontraron jóvenes estudiantes con diversos recorridos, tanto en lo que respecta a su grado de avance en la carrera, así como también la experiencia en grupos y/o proyectos de investigación. Aún así, las cinco participantes coincidieron en que sus primeros acercamientos a dichos grupos se generaron a partir de invitaciones de docentes de distintas cátedras, miembros de equipos de investigación que vieron en ellas el potencial para desarrollarse en este ámbito.

Respecto a la convocatoria a beca EVC-CIN, las estudiantes la describen como una gran oportunidad para desarrollarse profesionalmente dentro de la Universidad Pública, para empezar a transitar el camino de la investigación y adquirir herramientas que les allanen el camino para la realización de sus trabajos finales o tesis de grado, y comenzar a construir redes de intercambio interuniversidades que fortalezcan las ya existentes en materia de investigación en el campo educativo. 

Intercambio de experiencias estudiantiles que fortalecen la formación

El tercero y último de los encuentros pautados para esta segunda parte del ciclo contó con la participación de cuatro estudiantes de grado que colaboran en proyectos de investigación vigentes: Yamila Bustamante y Auca Marilef, en representación de FACE-UNCo; Jesica Suárez y Marianela Sarraille por FACSO-UNICEN -ésta última fue la anfitriona de la reunión-.

Como en los encuentros anteriores, inicialmente se dio la ronda de presentación, para luego dar paso a las preguntas relacionadas con su experiencia como estudiantes colaboradoras en grupos o proyectos de investigación:

-       influencia de pertenecer a un proyecto o grupo de investigación en la cursada de la carrera de grado;

-       actividades que realiza en el grupo e impacto de la pandemia en las mismas;

-       proyecciones a futuro en relación a la tarea de investigar en el campo educativo.

6Las estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Comahue, Auca y Yamila, son colaboradoras desde hace más de dos años del grupo de investigación que dirige la Dra. Mónica Sobrino y se encuentran en la etapa de cierre del proyecto “Narrativas de enseñanza en la Formación Docente Inicial”. Conformes con la labor desempeñada hasta el momento y comprometidas con el grupo de trabajo, se preparan para iniciar un nuevo proyecto de investigación: “Las tecnologías ubicuas configuran escenarios inmersivos para la enseñanza”. Algo similar sucede con Marianela, que forma parte del Grupo 5 del NACT IFIPRAC-Ed desde hace varios años, y actualmente colabora en el proyecto “Escuela secundaria, configuraciones culturales y aprendizaje significativo”, que dirige la Dra. Analía Errobidart. En el caso de Jesica, su incorporación al proyecto “Saberes sobre el saber en el oficio de enseñar: sus relaciones con la formación inicial y contínua en los contextos sociopolíticos contemporáneos” que dirige la Dra. Stella Pasquariello (NACT IFIPRAC_Ed), es más reciente, por lo que se encuentra dando sus primeros pasos en esta tarea.

Sobre la forma en que se vincularon con los grupos y/o proyectos de investigación, coinciden en que fue determinante el hecho de cursar materias de su carrera de grado con referentes de los grupos de investigación, quienes las pusieron al tanto de los proyectos vigentes, los temas que se investigan y las convocaron a ser parte del equipo.

Satisfechas con la decisión, comentan que el hecho de ser parte de equipos de investigación les permite adquirir experiencia en el campo, conocer herramientas y técnicas para su desarrollo personal y profesional, tener acceso a otros/diversos materiales bibliográficos, y participar de discusiones teórico-metodológicas que se generan al interior del grupo y les ayudan a visualizar problemáticas, desnaturalizar prácticas, entre otras cuestiones, lo que valoran como positivo para sus trayectorias. 

Respecto a las actividades o funciones que desempeñan, además de participar de reuniones y encuentros que complementan la formación de grado, colaboran en la realización de trabajo de campo y en la sistematización del mismo. Durante la pandemia continuaron desarrollando dichas tareas, aunque el contexto obligó a que sean mediadas por tecnologías digitales: las reuniones y encuentros desde aplicaciones de videollamada (como Google Meet o Zoom), y para la realización de trabajo de campo cada grupo recurrió a distintas técnicas y herramientas digitales.

“Ni investigadores ni influencers”: algunas reflexiones sobre la experiencia

Investigar es un oficio, sostiene Bourdieu (2003) en El oficio de científico, y como todo oficio se aprende a partir de la experiencia. Existen supuestos y preconcepciones sobre la investigación académica, que atentan a la progresiva incorporación de estudiantes nóveles en proyectos de investigación de distintos grupos y, por lo tanto, en el aprendizaje de la práctica investigativa.

En este equipo de trabajo creemos que resulta fundamental difundir los circuitos de iniciación a la investigación, los proyectos que se encuentran vigentes, a los que se puede acceder de forma temprana ocupando distintos roles, para comenzar a nutrir los grupos de investigación con jóvenes interesados en desarrollarse en este campo profesional.

En este sentido, la segunda parte del Ciclo de Conversaciones “Investigar en el campo educativo en pandemia: problemas y horizontes de posibilidad” posibilitó el encuentro de trece jóvenes, en representación de cinco universidades públicas de Argentina, para dialogar sobre sus experiencias e intereses de formación en el ámbito de la investigación, también acerca de sus expectativas, intereses, y proyecciones a futuro.

Por otra parte, el formato escogido para estos encuentros -diálogos en vivo por Instagram- le dio fluidez y dinamismo al intercambio entre jóvenes que se veían por primera vez, pero que interactuaban con naturalidad. Una vez finalizada cada transmisión, el grupo de WhatsApp desde donde se gestionó la logística del encuentro, se plagó de mensajes valorando la oportunidad de “empezar a hacer comunidad”, “tender redes” entre quienes recién se están iniciando en este “oficio de investigador”.

Con este Ciclo parece que se inaugura un nuevo espacio… Lejos estamos de ser “influencers” -o referentes- de la investigación educativa en redes sociales, pero queremos dar a conocer en distintos ámbitos y formatos lo que se produce al interior de cada grupo, de cada proyecto, ponerlo en diálogo con públicos diversos, para construir el conocimiento de forma colectiva. Hoy no somos ni investigadores, ni influencers, pero estamos dando los primeros pasos.

Referencias bibliográficas:

Bourdieu, P. (2003). El oficio de científico. Anagrama.

Cortassa, C. (2010). “Asimetrías e interacciones. Un marco epistemológico y conceptual para la investigación de la comunicación pública de la ciencia”. En ArtefaCToS, Vol. 3, N° 1.

Garza Almanza, V. (2017). “Los medios sociales en la comunicación de la Ciencia y el Ambiente”. En Cultura Científica Y Tecnológica, N° 61.

Milán, M.; Mecha, R.; Fernández Bayo, I.; Menéndez, O.; Fuertes, J. (2019). La comunidad científica ante las redes sociales. Guía de Actuación para Divulgar Ciencia a través de ellas. Universidad Complutense de Madrid.


[1] Para ser parte de la transmisión, ambas se encontraron de forma presencial en la sede de su facultad -respetando los protocolos sanitarios vigentes- y se conectaron al diálogo en vivo desde un único usuario.



[1] Profesora de Antropología (FACSO-UNCPBA). Becaria doctoral Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC-BA). Becaria e integrante de Grupo 5 en NACT Investigaciones en Formación Inicial y Prácticas Educativas (IFIPRAC.Ed-FACSO-UNCPBA). Doctoranda en Ciencias de la Educación (FAHCE-UNLP). Profesora en escuelas secundarias. Coordinadora operativa del Programa de Ingreso, Permanencia y Egreso dependiente de la Secretaría Académica de la Facultad de Ciencias Sociales (UNCPBA).

[2] Publicaciones de foto, video o texto, con una duración máxima de 15 segundos, que están disponibles para su visualización durante 24hs. y en las que se pueden incorporar stickers para realizar preguntas abiertas, cerradas, con opciones, barra de valoración, entre otras funcionalidades para interactuar con los/as seguidores.

[3] Instagram llama “reels” a este formato.

[4] Cuatro participantes en simultáneo como máximo.

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Dra Ana M. Viscaino[1]

Nos dispondremos aquí a señalar algunos hilos sobre los que se fue tejiendo cada conversatorio. Cada uno de ellos ha presentado potentes imágenes que, muchas veces se volvían metáforas interesantes para pensar el trabajo de la investigación en pandemia. Una de estas imágenes ha sido la de la red/ las redes y, es desde ella, que podríamos hacer honor a los hilos que cada encuentro sostuvo para la discusión. Unos hilos que cada conversatorio ofrecía y que, retomados en los siguientes, permitía armar nuevas tramas de sentidos y significaciones. Desde estos hilos, nudos/nodos y tramas nos fuimos entramando y en el devenir de estos tiempos complejos nuestra tarea como educadores e investigadores se fue modificando, abriendo a nuevas preguntas y desafíos que, volviéndose sobre nosotros/as mismos/as, nos conmovió en nuestras certezas. Se inaugura desde allí, un lugar para desarmar, desanudar ideas, conocimientos, enunciados y prácticas que no siempre nos dejaban ver las mutaciones de nuestro tiempo y las tensiones que éstas promovían en nuestro hacer cotidiano.

Las preguntas ordenadoras de los intercambios invitaron a la presentación de cada equipo de trabajo, de sus temas y problemas de investigación para luego adentrarse en aquellas continuidades, obstáculos y/o reformulaciones por las que habían transitado y ¿por qué no?, que les hubiese permitido identificar algunos horizontes de posibilidad.  

Un eje común en cada intercambio fue la presentación de equipos de investigación que mostraron una conformación muy diversa no solo en su formación en investigación educativa sino también en las trayectorias como docentes, estudiantes o graduados. Desde investigadores/as formados/as y activos/as a otros/as en formación (graduados/as, becarios/as) y también quienes, recién iniciados/as, colaboraban en calidad de estudiantes avanzados/as. En todos los casos pudo observarse la preocupación por generar un espacio institucional de formación y filiación de las generaciones más jóvenes a los equipos de trabajo ya consolidados.

Otros de los aspectos que fueron señalados, mayoritariamente, como inquietud y necesidad fue la de generar la apertura y conexión con otros equipos de trabajo de diferentes regiones, provincias y universidades. Una apertura que ha dado lugar a la conformación de redes, de diseños de proyectos compartidos, de intercambios a través una diversidad de formatos y dispositivos; de los cuales, estos conversatorios que hoy nos proponemos sintetizar y difundir, resultan una clara exposición.

De esta manera un tiempo que nos interpelaba a cerrar puertas y distanciarnos parece habernos motivado, como plantea Cecilia (Ferrarino) al final de su exposición, a tomar nota de la necesidad de producir un pensamiento con otros/as. O como plantea Analía (Errobidart) la oportunidad de generar, a través de diferentes mediaciones tecnológicas, un movimiento federal de integración de las universidades públicas.

Un planteo por demás interesante si pensamos los modos que se fue gestando una toma de conciencia de la necesidad de un/a otro/a en un contexto que permanentemente nos conduce a desarrollar prácticas sociales solitarias e individualistas. La motivación por encontrarnos nos llevó a gestionar modos y recursos para abrirnos ante el encierro, de proyectarnos en un afuera estando adentro, a romper con lógicas de producción individualista a través de armados colectivos de trabajo, reflexión y discusión y acerca de lo que el presente dossier se propone testimoniar. 

Entre deudas y límites se fueron tejiendo los primeros entramados…

Los procesos de profunda desigualdad y exclusión social que transita nuestro país y especialmente recrudecido en los últimos años se torna uno de los ejes fuertemente señalados como una de las continuidades que cobra especial visibilidad en tiempos de Distanciamiento Social.

En el primer conversatorio, Analía (Errobidart) nos trae la preocupación por no descuidar estas deudas sociales que no son nuevas y logran exponerse crudamente en este contexto. En particular aquellas problemáticas ligadas al financiamiento y presupuesto de la investigación en educación, el lugar que tienen las voces de los grupos de investigación más pequeños o de aquellos investigadores/as jóvenes que muchas veces encuentran dificultad para lograr la obtención de becas o la incorporación a organismos científicos que les permita insertarse en la actividad de investigación.

También queda en evidencia aquí la preocupación por el impacto que la pandemia ha tenido en la tarea cotidiana de las instituciones de nivel secundario que han tenido que sostener a muchas familias de bajos recursos económicos o que han perdido sus empleos y o como plantea Cecilia (Ferrarino) el acompañamiento desarrollado ante las dificultades para disponer de recursos tecnológicos y de conectividad que impedían el acceso de muchos/as estudiantes al desarrollo de la tarea escolar.

La enunciación de estas continuidades se entrelaza con algunas rupturas evidenciadas en el cotidiano de la investigación educativa que tuvieron lugar en este tiempo y que anuncia algo del límite que se impone en la tarea; en su continuidad, en sus formas y, que muchas veces nos sorprende desconociendo, en el hacer, aquello que sosteníamos teóricamente. “Hay una realidad que nos estaba marcando límites concretos” nos dice Mónica (Sobrino) y sabiendo que de eso se trata la investigación educativa, nos resistíamos inicialmente a ver ese cambio de condiciones en la propia experiencia investigativa. Un proyecto pensado y diseñado bajo otras condiciones se resistía a ser abandonado. Una nueva institucionalidad se va gestando en este camino e interpela a investigadores/as a reconocerla para estudiarla e investigarla.

En este sentido las investigadoras reconocen haber llevado adelante algunas modificaciones que se vincularon a la revisión de algunos objetivos y centralmente en los cambios producidos en el plano metodológico con la virtualización de los dispositivos y recursos de indagación. Sin embargo, otros cambios más profundos y potentes parecieron tener lugar de la mano de los anteriores. El surgimiento de algunas preguntas que antes no estaban en torno de pensar los procesos de investigación, la vinculación con el campo, el desarrollo de una escucha y mirada atenta al devenir del proceso investigativo que nos vuelva flexibles a las condiciones cambiantes y emergentes del contexto, del tiempo y espacio de indagación. Que nos permita poner en marcha lo proyectado reconociendo, en las voces del campo, la oportunidad de revisar lo ideado.

Otras aristas del tema/problema de estudio emergen en este proceso creando la oportunidad de complejizar las miradas y enfoques adoptados al inicio. Los modos de producir encuentro y comunicación social y pedagógica, de llevar adelante prácticas socio comunicacionales en el contexto actual, de hacer escuela e investigación. De tomar nota de la propia posición e implicancia subjetiva del investigador, de la necesidad de reconocerse como protagonistas de un cambio de paradigma, como lo enuncia Mónica, logrando hacer de la experiencia un relato, como plantea Cecilia, y del encuentro una necesidad, como nos dice Analía. 

Entre malabares y esfuerzos por sostener … otros sentidos que conformaron trama

En el segundo conversatorio y acompañados por Silvina (Romero), Florencia (Páez) y Gabriela (Casenave) nos encontramos con otras potentes imágenes que nos ofrecieron para pensar estos tiempos de conmoción y transformación.

Por un lado, los hilos que anudaron algunas ideas del primer conversatorio volvieron a tensarse dando lugar a nuevas tramas de sentidos. Por otro lado, nuevas imágenes que, vueltas metáforas, permitieron complejizar la mirada.

Los modos diferenciales de enfrentar lo desconocido, los esfuerzos por sostener el trabajo y enfrentar las profundas desigualdades vueltas centro de la actividad, el reconocimiento de la importancia de contar con un vínculo previo con las instituciones y los sujetos del campo de indagación fueron algunas de las condiciones del trabajo de investigación educativa durante la pandemia que se recuperaron en esta oportunidad.

Un borramiento de las fronteras de lo privado y lo público, del mundo del/la investigador/a y el campo investigado, de la razón y la emoción tensionándose en el hacer cotidiano se vuelve pregunta que interpela a la epistemología y la racionalidad investigativa legada de la modernidad.

¿Qué es investigar, quién investiga, cómo es la dinámica y la lógica que amplía el horizonte de la producción de conocimiento en el contexto actual? Son algunas de las potentes preguntas que surgen de la intensa y esforzada tarea que llevaron adelante muchas de las mujeres investigadoras que nos acompañaron. Sostenidos y esforzados intentos de conciliar las prácticas laborales con las de la vida doméstica, la de investigar con la de cuidar, las de la razón y emoción que surgía a cada paso, en cada tiempo y espacio en el que la tarea buscaba tener un lugar.

En un escenario cargado de tensiones, de esfuerzos, de costos, como plantea Florencia (Paéz), se produjeron ligaduras, algunos nudos/nodos que inauguraron nuevos sentidos desde los cuales fue posible problematizar y desnaturalizar ideas, prototipos, esquemas y lógicas de los sistemas de investigación académica.

Unos modos diferentes de producir y representar el conocimiento, de involucrarse en y con los espacios y sujetos del campo, de producir lazos y vínculos que potencian la posibilidad de un encuentro diferente. Como plantea Gabriela (Casenave) cuando refiere al beneficio de contar con un vínculo previo con las instituciones y sus actores o como refiere Silvina (Romero) en la búsqueda de nuevos sentidos de las prácticas emancipatorias desde una perspectiva de investigación acción participativa o, como plantea Florencia (Paéz), en un ir construyendo y acompañándose en la producción de la tarea de mujeres-madres investigadoras.

Vínculos, acompañamientos y otros modos de implicación subjetiva, otros modos de poner el cuerpo en el proceso de investigar fueron teniendo lugar en este contexto. En estas tensiones parecen haberse encontrado los mayores desafíos y costos personales o los mayores límites, retomando las expresiones del conversatorio anterior sobre los que se volvió necesario pensar, reflexionar, desnaturalizar para inaugurar otros sentidos en torno de la tarea de investigar.

Los malabares, como imagen y metáfora de un hacer tensionado que nos acerca Florencia (Paéz), da a ver un ejercicio de equilibrio, sostén y manejo de lo múltiple en la simultaneidad e inestabilidad del movimiento y devenir de los acontecimientos. Un lanzar para volver a tomar, un mantener cierta suspensión de los elementos en el aire sin dejarlos caer, para volver a tomarlos en la dinámica propia que nos interpelan a mirar y coordinar. Una potente metáfora para pensar este tiempo y las experiencias que fueron tejiéndose en el trabajo de la investigación educativa durante la pandemia.

Una invitación a mirar en el doble juego del obstáculo y la oportunidad las implicancias subjetivas y políticas que estos acontecimientos han tenido. Por un lado, una mirada dirigida a los procesos de desigualdad de acceso, recursos, financiamiento, pero también ligadas a las diferencias desiguales en perspectiva del género. Por otro, la oportunidad que este reconocimiento brindó a la hora de revisar mandatos y propiciar la transformación de un hacer y pensar científico contemporáneo.

De nuevo y, en concordancia con lo que surge de los relatos compartidos en el primer conversatorio, no parecen acá tener tanta relevancia los ajustes técnicos y/o metodológicos que fueron potenciados por la mediación tecnológica, sino más bien, el fuerte impacto y conmoción subjetiva, emocional y corporal transitada que abrió importantes horizontes de revisión epistemológica y conceptual acerca de la actividad de investigación en educación y la posición que como mujeres lograron producir en consecuencia. 

Entre cuerpos y prácticas suspendidas las mentes se pusieron en movimiento …

Un ponerse en pausa, una detención o parálisis de prácticas, cuerpos y proyectos fue teniendo lugar en los relatos de las investigadoras que nos acompañaron en el tercer conversatorio al momento de relatar sus experiencias de investigación en pandemia.

Cuerpos ausentes y escuelas cerradas en proyectos que trabajan con la participación estudiantil como expresa Luisa (Arias) o estudiantes en sus prácticas de educación física como es el caso de María Laura (González), o sobre el estudio de saberes producidos en y desde las prácticas de enseñanza desplegadas bajo condiciones inéditas como plantea Stella (Pasquariello). Un rearmado de estrategias y de recursos al tiempo que el surgimiento de múltiples preguntas que tensionaron conceptos nodales de los proyectos de investigación, tuvo lugar.  Pensar lo físico, el cuerpo, la presencia en prácticas de enseñanza de la educación física, en saberes del oficio producidos en y desde los intercambios en contextos de presencialidad fue dando lugar a replanteos metodológicos y epistemológicos como nos comenta María Laura (González). Un tipo de aprendizaje, nos dice, que implicaba mucho más que conocer y aprender acerca de dispositivos y recursos de orden técnico. 

Un tiempo de parálisis inicial fue dando paso a otro tiempo para pensar, reflexionar y volver a proyectar otros modos de hacer docencia, investigación extensión y participación como nos dice Luisa (Arias). La conmoción que les produjo el encuentro con lo diverso, lo complejo y lo desconocido se presenta como una vivencia compartida por las tres investigadoras. Una necesidad de conocer lo que sucedía del otro lado de las pantallas, en la vida de los estudiantes, en sus posibilidades de participación de las propuestas, de conocer si contaban con conectividad, con recursos y disponibilidad de espacios y tecnologías para participar de los encuentros fue descubriéndolas en una preocupación no siempre desplegada en el contexto de la presencialidad.  Lo particular y personal de cada estudiante cobraba un sentido diferencial en un contexto educativo pensado para la homogeneidad y un dar todo a todos en un mismo tiempo y espacio escolar. Quizá en la vorágine de la actividad cotidiana no siempre estas preguntas tienen lugar.

Las expresiones relatadas en este conversatorio nos ofrecieron la posibilidad de ver que en un contexto de gran conmoción y parálisis de los cuerpos, prácticas y estrategias conocidas algo comenzó a moverse. Experiencias, registros, reservas de datos que por años habían quedado relegados, guardados, paralizados fueron puestos en acción.

Empezó a moverse aquello que estaba paralizado/quieto al tiempo que se paralizaba lo que siempre estuvo en movimiento. Se encontraron tiempos y oportunidades para el encuentro (virtual) y proyección en común con otros/as investigadores/as, con el equipo interno y con los/as estudiantes, como nos dice María Laura (González), para conectarnos con las vacancias formativas y las necesidades de capacitar a los/as futuros/as docentes en el desarrollo de capacidades para afrontar estos nuevos modos de producir la enseñanza como nos deja ver Stella (Pasquariello). En fin, se hicieron otros tiempos para atender y entender lo que en tiempos de presencialidad no estaba previsto hacer. 

Preguntas y tensiones que vale la pena sostener

Las tensiones que pudieron visibilizarse en este tiempo de gran conmoción abrieron pasos a nuevas preguntas. Preguntas que muchas veces tensionaron lo conocido y proyectado en torno de los objetos, motivos de indagación Otras, cuestionaron los modos de hacer y proyectar la investigación, de implicarse subjetivamente como mujeres investigadoras, de vincularse con el campo y con los sujetos de la investigación.

En fin, parece que este tiempo de suspensión nos ofreció una gran oportunidad de detenernos a pensar y proyectar otras lógicas de producción de conocimiento, otros modos de ejercer prácticas de emancipación y participación política en los espacios que en tanto docentes investigadoras nos disponemos a producir. El desafío… sostener estas preguntas y ponerlas a andar en tiempos de presencialidad. O mejor aún podríamos decir que el mayor desafío consiste en dar/nos un tiempo y un lugar para producir nuevas institucionalidades, al decir de Mónica (Sobrino) y reconocernos como protagonistas centrales en estos procesos de transformación.



[1] Lic. En Psicopedagogía. Mag. en Psicología Cognitiva y Aprendizaje (FLACSO). Dra en Educación (UNER). Profesora  adjunta de la materia Psicología Evolutiva y del Aprendizaje, Profesorados de Antropología y Comunicación Social de FACSO-UNICEN. Investigadora de IFIPRAC_Ed.

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Stella Pasquariello[1].

Este texto de divulgación que se presenta, recupera aspectos de la presentación realizada a partir de la invitación al Ciclo de Charlas “Investigar en el campo educativo en Pandemia” organizado por el Grupo 5 del Núcleo Ifiprac-Ed.

Nuestro proyecto de investigación denominado: Saberes sobre el saber en el oficio de enseñar sus relaciones con la Formación Docente Inicial y la Formación Continua en los contextos sociopolíticos contemporáneos. (Período 2019-2021) está acreditado por la Secretaria de Ciencia, Arte y Tecnología de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (UNICEN), y se radica en el Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) sede Olavarría de la UNICEN  

Quienes desarrollamos este proyecto compartimos nuestras preocupaciones[2] sobre los procesos de la formación de lxs docentes y asumimos que las investigaciones en este campo resultan clave al aportar la mirada estratégica y necesaria para repensar y retroalimentar los procesos de la formación inicial. 

El grupo de investigación se compone de 7 (siete) integrantes: 4 (cuatro) somos docentes investigadoras categorizadas en el marco del Programa Nacional de Incentivos del Ministerio de Educación de la Nación, y desarrollamos actividades de investigación en el campo educativo,  desde hace varios años. También lo integran 1 (una) investigadora en formación que se encuentra realizando sus estudios de posgrado, 1 (un) estudiante becario por la Comisión de Investigaciones Científicas de la Pcia de Buenos en el marco de una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científica y 2 (dos) colaboradorxs: 1 (una) estudiante avanzada del profesorado de Comunicación Social y 1 (un) profesor graduado de nuestra Facultad

El grupo de investigadorxs mantiene una fluida comunicación con las escuelas y docentes de los diferentes niveles educativos del partido de Olavarría a través del desarrollo de proyectos conjuntos y colaborativos desde hace varios años. Estas relaciones fueron un facilitador importante para la continuidad de la investigación y el trabajo de campo durante la Pandemia. 

¿Qué investigamos?

El proyecto se centra en los saberes del enseñar desde la perspectiva del oficio o dimensión artesanal de la enseñanza (Alliaud y Antelo, 2009; Alliaud, 2017) y en las relaciones que mantienen o no, con los procesos de la Formación Docente Inicial (FDI) y la Formación Docente Continua (FDC).

Los saberes que nos interesan son aquellos que están íntimamente ligados al hacer práctico del enseñar, es decir, los que nos remiten a la forma en que cada docente realiza la enseñanza, y a la/s capacidad/es que desarrolla en el tiempo para hacerlo con mayor habilidad (Alliaud, 2011).

Desde la dimensión artesanal, una buena enseñanza no sólo requiere del dominio de la teoría o contenido a enseñar o de su articulación en las situaciones prácticas, sino también de la experiencia del enseñante y de los conocimientos que tenga respecto de las metodologías de enseñanza para favorecer los procesos de transmisión y de construcción de conocimientos a diferentes destinatarixs. 

¿Por qué nos interesan los saberes de la experiencia del enseñar?

Básicamente por su incidencia en las decisiones que toman los docentes cuando enseñan y por su gran potencialidad para resolver las situaciones de la práctica cotidiana. También porque no siempre son tematizados e incorporados en la enseñanza en los ámbitos de la formación docente inicial. En este sentido, como consideramos que el oficio se va construyendo a lo largo de todo el proceso formativo, la transmisión de los saberes prácticos asume una importancia decisiva en los procesos de la formación de lxs profesorxs.

En la indagación de los saberes del oficio enseñar los relatos y prácticas de los propixs profesorxs, constituyen un asunto clave para “capturar” el quehacer diario del enseñar y comprender las adaptaciones que introducen a las propuestas de enseñanza que desarrollan. De esta manera, es posible recuperar  el inventario de los saberes que utilizan cuando se enfrentan a los desafíos de enseñar en contextos sociopolíticos cambiantes e inciertos.

Si bien enseñar siempre ha sido una tarea muy compleja, la irrupción de la Pandemia  la complicó aún más al poner en jaque  los saberes del enseñar cuando abruptamente y de manera inédita cambió las condiciones educativas al cerrarse las escuelas y mudarse la presencialidad a la forma remota.

Más que nunca lxs maestrxs y profesorxs se vieron obligados a reconfigurar su labor y a buscar alternativas para seguir. Así fueron ensayando, probando recursos y creando nuevas formas de enseñar mientras aprendían y construían la experiencia de enseñar en la virtualidad.

Las reformulaciones del proyecto durante la Pandemia. El trabajo de campo en la virtualidad

Devenida la pandemia, la consecuente situación de aislamiento social preventivo y obligatorio -ASPO- nos llevó a reflexionar sobre nuestro propio oficio de investigar. El proyecto de investigación había sido pensado para su desarrollo bajo otro escenario educativo con escuelas abiertas y docentes enseñando en co-presencia.

No obstante, a pesar de la incertidumbre y del aislamiento asumimos con convicción la importancia de continuar con la investigación más allá de la distancia y de las nuevas condiciones laborales que se nos imponían. Así nos conformamos como grupo de investigación en la virtualidad, asunto que nos implicó nuevos aprendizajes y la búsqueda de alternativas posibilitadoras de intercambio, construcción y reflexión colectiva.

En un principio, nos abocamos a recuperar los núcleos problemáticos que nos venían interpelando desde antes de la Pandemia en relación de las mutaciones que afectaban el oficio de enseñar en el actual contexto de época. Luego de sostener varias sesiones de trabajo virtuales, decidimos el curso de la investigación-sin reformular los objetivos ya planteados- realizando adecuaciones conceptuales y metodológicas. Básicamente incorporamos nuevos instrumentos de indagación y ajustamos los criterios de la organización de las muestras de docentes a entrevistar.

Antes de la emergencia sanitaria el trabajo de campo se había diseñado para su ejecución   en dos fases. La primera fase, realizada durante el año 2019, se había centrado en la caracterización del escenario educativo de la formación docente a nivel local y en el análisis de los Planes de estudios o diseños curriculares de carreras de profesorados para los niveles secundario y superior que se ofrecen en la ciudad[3]. Los resultados y conclusiones de esta fase dieron forma al primer informe de construcción colectiva del grupo que fue socializado durante el Primer Encuentro Académico Inter-institucional organizado en el campus de la Universidad durante la Semana de la Ciencia y la Tecnología. En este encuentro participaron estudiantes graduadxs, docentes e investigadorxs de las diferentes instituciones de Educación Superior del distrito educativo.

La segunda fase del trabajo de campo debió ser abordada en el inicio de la Pandemia e incluía la realización de entrevistas en profundidad a las muestras de docentes.  Su  desarrollo implicó la revisión del diseño por el carácter interactivo que requería con los propixs docentes.

En este sentido debieron buscarse estrategias para activar las redes de contacto y la comunicación con lxs actorxs del campo educativo ante la vigencia del ASPO. Así se  organizó una encuesta de autoadministración en línea (mediante formulario Google Drive) por sus características de registro y de recolección rápida de información en el  contexto del aislamiento.

El formulario fue distribuido a 75 (setenta y cinco) docentes durante los meses de junio y julio del 2020 y respondido por la totalidad. Si bien no se trató de una muestra estadísticamente representativa, los datos obtenidos permitieron documentar desde la perspectiva y experiencia de lxs sujetos involucradxs el escenario de la Continuidad Pedagógica en la virtualidad, identificar problemáticas de la enseñanza y cuestiones referidas a la capacidad decisoria de lxs docentes al tener que actuar en la contingencia

Asimismo la consulta nos facilitó la organización de 3 (tres) muestras de profesorxs a entrevistar atendiendo al criterio temporal de “experiencia docente”. Las muestras se conformaron con docentes que acreditaban: “experiencia inicial” (hasta 5 años), “experiencia media” (de 6 a 15 años) y “experiencia avanzada” (más de 15 años).

Durante los dos últimos meses del año 2020 y primeros del 2021, se concretaron las entrevistas en profundidad a los muestreadxs -vía plataformas Meet o Zoom.

           Para el relevamiento de datos fueron previsto niveles de saturación de las entrevistas (Guest, G; Bunce, A y Johnson, L, 2006). Actualmente se encuentran en proceso de sistematización y análisis por parte de lxs investigadorxs.

A modo de cierre. Horizontes y proyecciones de lo realizado

El oficio de investigar ha estado en permanente transformación e innovación durante la Pandemia, así como nuestras formas de pensar y de abordar el proceso de la investigación. La mediación y el uso de las tecnologías brindaron la posibilidad de sostener nuestra actitud y la actividad investigativa en base a los intercambios y reflexión permanente sobre los procesos que íbamos vivenciando.

El recorrido construido, no sin inconvenientes, nos ha permitido documentar aspectos del oficio de enseñar que se fueron movilizando y reconfigurando ante la abrupta virtualización de la enseñanza. También conocer acerca de las alternativas, iniciativas de formación y de recursos que con gran esfuerzo iban poniendo en juego los docentes para lograr aprendizajes significativos a distancia.

Los repertorios de prácticas construidos por lxs docentes durante la pandemia constituyen una importante contribución para comprender las transformaciones del enseñar en contextos de excepcionalidad y para seguir pensando y problematizando los contenidos de la formación docente inicial y los próximos escenarios educativos.

Referencias bibliográficas:

            Alliaud, A. y Antelo, E. (2009). Los gajes del oficio. Enseñanza, Pedagogía y Formación. Aique Grupo Editores.

            Alliaud, A. (ed.) (2017). Los artesanos de la enseñanza. Acerca de la formación de maestros con oficio. Paidós.

            ------------ (2011). Enseñanza, Transformación y Formación. Revista del IICE, Nº 30. Instituto de Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. 47-60. 

Guest, G., Bunce, A. and Johnson, L. (2006). How Many Interviews Are Enough? An Experiment with Data Saturation and Variability. Field Methods, 18, 59-82.



[1] Doctora en Educación (UNER). Licenciada en Ciencias de la Educación (UNICEN).Profesora en Psicopedagogía y Maestra. Profesora Titular de la FACSO-UNICEN. Docente de los Profesorados en Comunicación Social y Antropología (FACSO-UNICEN). Directora del Departamento de Educación de la FACSO-UNICEN. Directora del proyecto (03/F161) Programa Nacional de Incentivos, Secretaría de Políticas Universitarias, Ministerio de Educación). Departamento de Educación- Facultad de Ciencias Sociales –UNICEN- Proyecto de Investigación: “Saberes sobre el saber en el oficio de enseñar sus relaciones con la Formación Docente Inicial y la Formación Continua en los contextos sociopolíticos contemporáneos (3F/161). Inscripto en el Núcleo de actividades científicas y tecnológicas IFIPRAC ED (investigaciones en Formación inicial y prácticas educativas)

[2] Varixs de lxs investigadorxs integran el colectivo formador de los profesorados de Comunicación Social y Antropología que se dictan en la FACSO.

[3] Se analizaron 18 (dieciocho) diseños curriculares de carreras de profesorados.

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Gonzalez de Alvarez, María Laura[1]

 

La práctica docente es una práctica social compleja (Gloria Edelstein y Adela Coria, 1995) que se desarrolla en escenarios singulares en la que se ponen en juego valores, en forma contradictoria y conflictiva, demandando decisiones ético políticas. Se desarrolla en un tiempo no lineal al desplegarse en un contexto particular de circulación de poder y constituye una permanente puesta en acto, donde se cruzan la palabra y el cuerpo, en un encuentro de múltiples y contradictorios mensajes.

Por ello, responde a una lógica propia que no es asimilable ni subordinada a la lógica de la práctica teórica, ni expresión lineal y mecánica de las prescripciones institucionales. Las prácticas docentes plantean una revisión de la enseñanza desde la formación del enseñante, su emparentamiento con el conocimiento, su compromiso ético y la representación que construye de sí mismo. Abordan aspectos troncales pertinentes a las relaciones teoría – práctica, teoría de la práctica, interjuego entre los sujetos implicados en la educación, características del complejo proceso educativo y metodologías facilitadoras en la formación docente.

Donald Schön (1998: 45-46) define el practicum como “una situación pensada y dispuesta para la tarea de aprender una práctica. En un contexto que se aproxima al mundo de la práctica, los estudiantes aprenden haciendo, aunque su hacer se quede corto en relación con el trabajo propio del mundo real”.

Las prácticas docentes representan un momento clave en la formación de los profesores de Educación Física en el que acontecen las interacciones entre practicantes y niños o adolescentes  en el ámbito del aula/patio, mediadas por el conocimiento, en los variados contextos de las instituciones en que los residentes circulan: la de formación de grado o formación académica y la institución que permite la práctica de los que se están formando en la docencia.

Durante todos estos años el equipo de investigación aborda las prácticas docentes iniciales, orientándose a dos focos principales de indagación: las necesidades y demandas sociales presentes en el escenario escolar y las características disciplinares de prácticas pre profesionales en Educación Física. Así, se procura identificar los problemas que subyacen en ese espacio de tensión entre los saberes teóricos y prácticos y que incluyen a los diferentes actores que conforman el escenario de práctica docente en las escuelas públicas de San Miguel de Tucumán: formadores, practicantes y tutores/guía. Esta interacción promueve que los estudiantes establezcan relaciones significativas entre lo que ya saben y la nueva información, decidiendo sobre los procedimientos a utilizar.

Existe un entramado de relaciones entre estos actores y las instituciones centro de práctica (incluidas muchas veces las familias) vinculado con aspectos didácticos, culturales y comunicacionales. En las instituciones escolares se observan relaciones de poder intra e interinstitucionales que se manifiestan a través de normativas, estilos de comunicación y estructuras organizativas diferentes y particulares.

El estudio de las prácticas docentes plantea como eje a la Educación Física, e integra múltiples aspectos entre los que se incluyen  los motrices, comunicacionales, cognitivos y actitudinales  presentes en la construcción del rol profesional. Es por ello que el equipo de investigación se integra desde una perspectiva interdisciplinaria ya que el nudo de la investigación necesita de la convergencia entre los aportes de la pedagogía, la psicología, la fisiología, la sociología, el trabajo social y la lingüística (en su vertiente de la comunicación). La interdisciplinariedad se hace presente no sólo desde las especialidades de los integrantes del grupo sino también desde su experiencia de trabajo en común como equipo de investigación y como participantes de otras acciones durante diversos períodos de la vida académica.

El grupo de trabajo renueva en la actualidad sus planteles (ya que algunos docentes fueron incorporándose a la jubilación) aunque con la inclusión de jóvenes en formación,  mantiene la intención de sostener dos líneas de investigación: las prácticas docentes iniciales y la historia de la Educación Física local y regional.

En todos estos años se ha buscado caracterizar los escenarios escolares de las prácticas docentes de Educación Física en Tucumán, analizar las representaciones sobre las mismas y su congruencia, la relación teoría – práctica y los modos de relaciones interpersonales entre los distintos actores involucrados, buscando valorar la significatividad y relevancia de los saberes que se construyen en situación. Estos aportes pretenden constituir un conjunto de conocimientos que retroalimenten y permitan revisar la formación docente inicial.

Se constituye el grupo en el año 1993 desde el diseño de un nuevo plan de estudios del profesorado en la EUDEF y posteriormente su evaluación y seguimiento. Los interrogantes giran en torno a ¿Cuáles son las características de las prácticas docentes de Educación Física en Tucumán? ¿Cuáles son los pensamientos de los profesores y las condiciones en las que trabajan? ¿Cuál es la incidencia de modelos de formación en el perfil profesional de los estudiantes? En la convocatoria 1998-2000  el Proyecto 26T/102 "Estudio de las prácticas docentes del profesor de Educación Física en el ámbito de la educación formal (para la Educación Inicial y EGB) en escuelas insertas en diferentes contextos socioeconómicos culturales de la provincia de Tucumán", los supuestos se centran en las instalaciones escolares, los recursos materiales y las concepciones de los profesores sobre la Educación Física y la docencia.

En la Convocatoria 2004/2007 el Proyecto 26 T/301 "Las competencias del ingresante al profesorado de Educación Física. Coherencia y convergencia con la formación y el perfil profesional", pone énfasis en ¿Cuáles son los motivos por los que los jóvenes estudiantes valorizan y prefieren estudiar en la EUDEF?, Identificar el perfil del ingresante y las concepciones sobre la EF, la profesión y la vida profesional. Con la intención de buscar proyecciones en el NOA se aborda un estudio comparativo entre el Instituto del Profesorado Nº 1 de Santiago del Estero y el Profesorado Provincial de Aguilares (Tucumán) realizando encuestas, entrevistas y encuentros que dieron lugar a identificar identidades, diferencias institucionales y de contextos, constituyendo insumo para la transformación curricular.

En las Convocatorias PIUNT subsiguientes presenta los Proyectos 26T/401 "Las prácticas docentes del profesor de Educación Física en la Escuela. Relaciones entre las instituciones, los docentes y los alumnos residentes. Consensos y conflictos". 26T/501 “Prácticas de Educación Física en la formación inicial. Contextos, saberes e intervenciones” y  Código: 26/T507 “Prácticas de Educación Física en la formación inicial. Instituciones, practicantes y tutores”. Indagando ¿Cuáles son las características de los actores de las prácticas docentes en la formación inicial? ¿Cuáles son sus pensamientos, sus conflictos, sus concepciones disciplinares? En la actualidad, con el PIUNT 26 T/601, “Prácticas de Educación  Física en la formación inicial. Problemáticas e intervenciones sobre juego en contextos escolares y comunitarios”, indaga creencias, posicionamientos sobre juego y disponibilidad lúdica de los practicantes durante la formación inicial en FACDEF, las intervenciones docentes de los estudiantes en las prácticas lúdicas escolares y comunitarias y el posicionamiento sobre  juego en San Miguel de Tucumán.

Es importante destacar que desde la perspectiva de investigación histórica parte del equipo se interesa sobre la trayectoria de creación del Instituto de Educación Física de la UNT  hasta la creación de la  facultad, y en la convocatoria 2001/2004 presenta el Proyecto 26/T 203:"Historia de la Escuela Universitaria de Educación Física. Desde su creación hasta el 2000". ¿Cómo se formaron los profesores de Educación Física en Tucumán? ¿Cuál es el origen de la institución y el perfil de su creación? ¿Cómo se sostuvieron las prácticas iniciales en el tiempo? Esta línea innovadora en la institución tiene continuidad en el tiempo con integración de la Comisión Honoraria de Compilaciones Históricas que generó la Primera Compilación Histórica de la Educación Física 1953 – 2003; ponencias, tesis de grado y posgrado hasta llegar en el 2019 a la creación del CIDHEF, Centro de Documentación Histórica de la Educación Física.

La formación de recursos humanos para la investigación en FACDEF se considera prioritaria ya que la Educación Física se encuentra en la UNT dentro de las Áreas de Vacancia. Por ello, se aspira a formar nuevos planteles y a recategorizar los integrantes del equipo con el fin de constituir nuevos grupos de investigación y ampliar los intereses y temáticas. Consecuente con esto, se espera consolidar equipos que asienten su pertenencia en la facultad y no recurran a otra unidad académica, que aporten  intercambio y producciones crecientes en el campo específico de la Educación Física.

Se han formado Seminaristas en Iniciación a la docencia e investigación, becarios de Iniciación y Especialización, presentaciones en AUGM y jóvenes investigadores, tesistas de licenciatura, maestría y doctorado. El equipo se amplía con colaboradores docentes de Trabajo Social y Filosofía y Letras que inician o continúan su formación.

Se presentan avances en Congresos nacionales e internacionales de la especialidad en Educación Física y en publicaciones de memorias y revistas específicas del área (cabe destacar que son muy pocos); se establecieron vínculos con instituciones formadoras universitarias y IESNU; se rubricaron convenios con el fin de realizar estudios comparados. Se presentó un análisis FODA de la Educación Física en la provincia desde la mirada de los practicantes: espacios y roles. Se promovieron encuentros con los Departamentos y Programas de las carreras de profesorado de la UNT. Se ha participado en la creación de la RED ARGENTINA DE PROFESORES DE PRÁCTICA PROFESIONAL DOCENTE EN EDUCACION FISICA en conjunto con instituciones universitarias del país (UNRC, UNLP, UNCo, UNLU, UNPAZ, UNAHUR) compartiendo encuentros en los Congresos Nacionales con el fin de realizar una lectura de las prácticas docentes en Educación Física en la formación universitaria y aportar experiencias de diseño e innovación de las mismas. Durante la pandemia se mantuvieron reuniones semanales con el fin de comprender las variaciones y transformaciones necesarias de las prácticas docentes durante la etapa compleja e inesperada de ASPO.

Si bien las dificultades de ASPO impidieron la llegada a las escuelas, esto dio oportunidad de buscar otras estrategias. La más importante fue la obtención de becas para finalizar posgrados y convocar a nuevos colaboradores que inicien el proceso de formación. Se recurrió a material compilado durante las prácticas y a profundizar en el estudio de los grupos de estudiantes actuales. Esta investigación mediante formularios especialmente diseñados permitió conocer el estado de estudiantes en pandemia, emociones, conflictos y posibilidades, carencia y desconocimiento de recursos tecnológicos, situaciones personales y familiares. Todo un insumo revelador del estudiantado universitario que quizá fue más rico e interesante para el análisis de la formación inicial. En cuanto a la línea de historia, si bien estuvieron cerradas las bibliotecas y los centros digitales de los periódicos, se logró permiso para extraer de la facultad los libros de digesto para trabajar en domicilio y avanzar.

Referencias bibliográficas:

Edelstein G. y Coria, A. (1995). Imágenes e imaginación: iniciación a la docencia. Kapeluz. Buenos Aires.

González de Alvarez Ma L. (2010)  “¿Cómo llegamos a ser lo que somos?. Profesores de Educación Física aprendices de maestros” en  Centurión Sergio (2010) Investigaciones en la Educación Física que viene siendo. Capítulo 1 Pag 15-26. Editorial UNRC. Córdoba.

Schön, D. (1998). El profesional reflexivo


[1] Lic. y Mag. en Educación Física. Profesor Titular D/E Práctica y Residencia I.  Secretaria de Posgrado e Investigación. Facultad de Educación Física – Universidad Nacional de Tucumán. Equipo de investigación Prácticas de Educación Física en la formación inicial.  Calazzo Rossana (Co Directora); Farías Miriam; Soria Reyna Mariángel; Colaboradores: Avaca Carina; Zurita Graciela; Mangone Analía; becarios posgrado: Auvieux Ernesto; Galván Julieta; Sánchez Amanda; Becarios Estudiantes: Adan Díaz; Mariel Espeche;  Rodríguez Lucas; Conti Barille;  Guadalupe.

 

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