Ni banderas ni términos apócrifos
Acerca de la negación de argentinidad del pueblo mapuche y la pretensión de señalarlos como chilenos, como si ser chilenos fuera un deshonor, es una falacia total. Mapuche significa “gente de esta tierra”, hay mapuches en Chile y los hay en Argentina.
La Presidenta del Instituto de Culturas Aborígenes redacta lo siguiente: Azorada tras la lectura del artículo de Juan Manuel Lozita y Raúl Alejandro Verblud, publicado por el diario La Voz y titulado “Banderas y términos apócrifos”, quiero señalar una serie de errores conceptuales e históricos orientados hacia una peligrosa tendencia. Los autores de la publicación lamentan que se minimice un detalle, pues bien, yo creo que no hay que minimizar su mensaje.
Soy coya, madre y abuela que ama profundamente su país, Argentina, pero no la argentinidad fabricada por un decreto o por la imposición de mesianismos nacionalistas de los que tenemos sobrada experiencia y que nunca sembraron actos heroicos sino que diseminaron sangre y lágrimas de muchas familias compatriotas.
Soy una mujer “originaria” y, si no les gusta el término, soy aborigen, indígena, soy una “india”, que sabe que su cultura milenaria es raíz de este hermoso pueblo argentino. Soy “una india” segura de que las palabras “pueblos originarios” no siembran confusión sino señalan raíces, que tendrían que enorgullecer a la sociedad de este país.
El concepto de “Patria” es mucho más rico que lo definido por el artículo de Lozita y Verblud. La integridad cultural no supone la uniculturalidad en un país pluricultural. Esta multiculturalidad es real, no sólo porque la construyen también las sociedades indígenas, sino porque en su historia y tradición participaron hermanos “negros”, con orígenes afro, y personas de diversas naciones europeas como lo son España, Italia y otras, como así también familias de procedencia asiática. La unidad cultural será imposible si niega o desprecia la diversidad de culturas.
La expresión “son pocos los descendientes de nativos” contradice los datos de diversas universidades nacionales e incluso a un estudio realizado hace poco tiempo por este diario.
Falacias
Acerca de la negación de argentinidad del pueblo mapuche y la pretensión de señalarlos como chilenos, como si ser chilenos fuera un deshonor, es una falacia total. Mapuche significa “gente de esta tierra”, hay mapuches en Chile y los hay en Argentina.
Simplemente quiero recordar que la cordillera de los Andes, recurso orográfico que sirvió a ambos estados como límite territorial, fue desde siempre espacio de convergencias de los hermanos mapuches, que se movilizaban desde el Atlántico al Pacífico y viceversa.
Guste o no a quienes responden a un nacionalismo cerrado, los “pueblos originarios” preexisten a estos Estados. Aunque fuese cierto que todos los mapuches vienen de Chile, estas construcciones históricas olvidan que muchos de ellos están en Argentina desde hace siglos. Sería como negar a los bisnietos de italianos nacidos aquí la argentinidad porque sus antepasados vinieron de Europa.
En cuanto a “esa bandera a cuadros multicolores”, esa expresión me dolió en el alma por la descalificación que contiene. No es extraño que nacionalismos recalcitrantes sean descalificadores.
Por las dudas que estas personas no sepan, se llama Wipala y no es una bandera porque, como bien dicen estos autores, el término bandera es de la modernidad europea cuando surgieron los estados nacionales.
La Wipala es un emblema con una rica simbología y es anterior a la época colonial, es milenario, es preincaico. Lleva muchos mensajes y algunas resignificaciones, como por ejemplo cuando actualmente flamea en espacios populares está diciendo: ¡las culturas originarias seguimos existiendo! ¿Eso es peligroso? No es una moda ni una corriente exótica, es la esperanzadora concientización popular de los valores vigentes de las culturas ancestrales que enriquecen al país.
Flechas, identidad y tradición
¿Han pensado en las flechas?
¿Qué tan rápido vuelan y qué lejos llegan? Muy rápido, muy lejos.
Y sin embargo, antes de ir hacia delante tuvieron que ir hacia atrás, tensarse en la cuerda del arco, tomar fuerza e impulso.
Así, del mismo modo, nosotros los Pueblos Originarios, si queremos avanzar, necesitamos también las fuerzas que vienen de nuestras antiguas culturas, las tradiciones y la sabiduría de los ancianos.
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Chile: mapuches buscan potenciar la economía de La Araucanía
En el hermano país de Chile, loncos y machis solicitaron al presidente Sebastián Piñera medidas para preservar la lengua y el desarrollo económico de las comunidades mapuches de La Araucanía.
Lo propio se haría por medio de tecnologías para preservar el mapudungún, la revitalización de autoridades ancestrales del pueblo y la creación de un fondo de inversión indígena.
El lonco Aniceto Norín Catrimán explicó que quiere recuperar la cultura mapuche, además de ser reconocidos y respetados.
El director de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, destacó la sabiduría de las autoridades ancestrales, apoyando su revitalización.
Por lo anterior, el Consejo de Loncos y la Corporación de Machis quedan a la espera de una respuesta para poder fomentar el desarrollo económico y social de las comunidades.
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En 2017 fueron asesinados 197 defensores del ambiente y el territorio
Al menos cuatro personas defensoras del territorio murieron cada semana. Brasil, Filipinas, México y Colombia son los países más afectados.
Una mujer que luchó por los afros y los indígenas, Emilsen Manyoma, es recordada por estar al tanto de todo lo que necesitaba su comunidad.
Desde indígenas que defienden la riqueza natural en el Amazonas, hasta guarda parques que protegen las reservas naturales de la República Democrática del Congo, las caras de las y los defensores del medio ambiente y el territorio están enfrentando las mismas amenazas de manera silenciosa y valiente.
Según el último reporte de Global Witness, organización inglesa que cada año monitorea los actos de violencia contra estos líderes, en 2017 fueron asesinadas 197 personas, un número similar al de 2016, cuando 201 personas perdieron la vida, la cifra más escalofriante registrada hasta el momento.
Emilsen Manyoma forma parte de esa lista. El 17 de enero del año pasado se encontraron los cadáveres de ella y de su esposo, Joe Javier Rodallega, en Buenaventura. Emilsen era lideresa de la red Comunidades Construyendo Paz en los Territorios (CONPAZ) que protege los derechos de los grupos afrodescendientes, indígenas y campesinos. Emilsen se enfrentó a empresas que querían quitarles sus tierras para proyectos mineros y fue asesinada por un desertor de las Farc.
América Latina mantiene el primer lugar en el ranking de asesinatos, siendo Brasil, México y Colombia los países más peligrosos. La agroindustria ha sobrepasado a la minería como el negocio más vinculado al asesinato de activistas, muchos de ellos indígenas y campesinos (juntas representan el 60 por ciento) relacionados con proyectos de soja, palma de aceite y caña de azúcar. A su vez, la defensa de parques nacionales continúa siendo uno de los trabajos más peligrosos del mundo, con 21 asesinatos vinculados con la caza ilegal.
Defender la tierra, el agua y los recursos, cada vez más peligroso
América Latina es el lugar más peligroso para luchar por la tierra y el medioambiente.
“Las personas que se atreven a alzar la voz continuarán siendo violentadas, encarceladas y asesinadas hasta que empresas, inversionistas y gobiernos realmente incluyan a las comunidades en las decisiones sobre el uso de sus tierras y recursos naturales”, advierte Rachel Cox, funcionario de Global Witness.
“La mayoría de los asesinatos ocurrieron en áreas forestales remotas de países en desarrollo, particularmente en América Latina, donde la abundancia de recursos a menudo es inversamente proporcional a la autoridad de la ley o la regulación ambiental”, advierte el informe. Brasil, con 46 asesinatos, fue una vez más el país más peligroso para los defensores, seguido de Filipinas (41), Colombia (32), México (15) y la República Democrática del Congo (13).
De los 197 asesinatos, 37 están relacionados con el sector agropecuario, 23 con la caza furtiva, 36 con minería, 19 con explotación maderera, y 3 con agua y proyectos de represas, entre otros.
Según el informe de Global Witness, los asesinatos representan el extremo de una serie de tácticas utilizadas para silenciar a los protectores de la naturaleza, que incluyen amenazas de muerte, arrestos, agresión sexual, secuestros, multas, ataques legales, desplazamientos forzados, estigmatización mediática, robos y lesiones personales. Los paramilitares, la policía y los terratenientes fueron los principales responsables de las muertes en 2016.
El asesinato de líderes sociales no cesa en el país. Hoy se registró la muerte de la ambientalista Yolanda Maturana, en Risaralda, una mujer dedicada a defender los recursos naturales, en la zona limítrofe entre los departamentos de Risaralda y Chocó.
EL TIEMPO. REDACCIÓN MEDIO AMBIENTE
Twitter: @ElTiempoVerde
Fuente Aquì
Universidades indígenas interculturales en Chile
20 julio, 2018
Los diputados de la Federación Regionalista Verde Social (FREVS), encabezados por Esteban Velásquez y Jaime Mulet, presentaron este jueves un proyecto que modifica la ley sobre Universidades Estatales para promover la creación de universidades indígenas interculturales, iniciativa que se desarrolló y fundamentó en conjunto con la Fundación Instituto de Desarrollo del Liderazgo Indígena de Chile.
Al respecto, el diputado por la Región de Antofagasta, Esteban Velásquez, señaló que “en el marco del permanente refuerzo por reconocer a los pueblos originarios que como regionalistas hemos impulsado, buscamos con esta iniciativa establecer la creación de la Universidad Andina en Calama, la Universidad Diaguita en Vallenar y la Universidad Mapuche en Purén, en tierras y territorios donde efectivamente desarrollamos el trabajo con nuestros pueblos originarios”.
Por su parte, el diputado por la Región de Atacama y primer vicepresidente de la Cámara Baja, Jaime Mulet, destacó la relevancia del proyecto pues “estamos exigiendo al Estado de Chile que cumpla con todas sus obligaciones del Convenio OIT 169 que Chile firmó en 2008, para reconocer, promover y proteger los derechos de los pueblos originarios”.
“Dentro de las disposiciones de este acuerdo internacional, se establece también la obligación del Estado de promover las instituciones de enseñanza superior indígenas, de manera que tengan todos los pueblos, todas las naciones en Chile, sus propias universidades en la lógica de la interculturalidad, y hoy día en nuestro país estos acuerdos no se están cumpliendo. Y como regionalistas que buscamos y promovemos la multiculturalidad y la plurinacionalidad en nuestro país, creemos que es un paso significativo para que el Estado de Chile se ponga al día y cumpla”, resaltó Mulet.
En la oportunidad, el presidente de la Fundación Instituto de Desarrollo del Liderazgo Indígena de Chile, Diego Ancalao, señaló que “esta es una reivindicación que lleva 100 años planteada al Estado y que no ha respondido, por ello es que hemos ingresado este proyecto de ley que además fue planteado dentro de las demandas estudiantes por FEMAE, y es una oportunidad para que Chile avance sustancialmente en la interculturalidad de verdad, dando oportunidad a los no indígenas a conocer los pueblos indígenas, ya que la discriminación y el racismo nacen del desconocimiento y la ignorancia, para la cual la educación superior intercultural es el remedio. Y por eso, es una responsabilidad del Estado y debe ser pública, estatal y sin discriminación, no es un problema de privados, es un problema de política pública y de la deuda del estado, este es el camino a la solución y no gastarse el dinero en comandos Junglas, en una región que no hay terrorismo ni tampoco existen junglas”.
Ancalao fue el principal impulsor de la iniciativa junto con los dirigentes de la Comisión Regional para las Universidades Indígenas, Francisco Huircaleo y René Trangulao, entre otros dirigentes de comunidades indígenas.
Fuente aquí
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