Un trabajador agrario muere por un disparo en una protesta por los derechos laborales en Perú El presidente, Francisco Sagasti, anunció una investigación y condenó la violencia policial como respuesta a las manifestaciones.

Lima - 03 DEC 2020

Trabajadores del sector agrícola protestan en la carretera de Panamericana, el pasado 2 de diciembre.
Una protesta de trabajadores agrarios que empezó en la costa sur de Perú de forma pacífica terminó con uno de los manifestantes muerto por un disparo de la policía. Jorge Muñoz Jiménez, de 20 años de edad, estaba entre el grupo de empleados del sector de la agroexportación que este jueves en la mañana salió a la carretera Panamericana a protestar por sus derechos laborales y, que en su intento por avanzar hacia la vía norte de esa misma carretera, se encontró con la policía que respondía a la marcha con gases lacrimógenos y disparos. Según el padre de la víctima, José Antonio Muñoz, el impacto fue de perdigón. “Tenemos el casquillo”, dijo a SolTV, un medio local de la región de La Libertad.

El jefe policial del lugar, Ángel Toledo, negó a la emisora Radioprogramas que los agentes hubieran usado perdigones o armas de fuego, pero las imágenes que ha difundido la prensa local contradicen su versión. En estas se ven los cartuchos que quedaron en el pavimento en la zona de las protestas. ”Ha sido una marcha pacífica del pueblo en Valle de Dios, y la policía ha metido bombas lacrimógenas. [A mi hijo] le ha caído un perdigón en la cabeza y le ha quitado la vida. Se había comprometido hace poco, tuvo un hijito, y ahora lo que viene a pasar”, lamentó el papá del joven en el centro de salud de Puente Chao, provincia de Virú.

Minutos después de que circularan los vídeos de la muerte del joven tras la represión policial, el presidente Francisco Sagasti confirmó a EL PAÍS en una rueda de prensa lo ocurrido en la protesta. “Sí, me acaba de llegar la información. Fue en Virú”, dijo. “No está dentro de los esquemas de política del Gobierno, investigaremos exactamente qué fue lo que sucedió, cuáles han sido las circunstancias. Realmente es una tragedia, no queremos que nadie muera en protestas por defender sus derechos laborales”, agregó.

Según el general Toledo, unas 8.000 personas participaron en las manifestaciones del jueves a lo largo de 16 kilómetros de la carretera Panamericana Norte y cuando hubo “agresiones más allá de lo tolerable” las autoridades usaron gases lacrimógenos. Señaló además que no podía saber si el impacto que recibió el trabajador que falleció era de bala o perdigón. “Dejemos que el Ministerio Público investigue las causas del deceso”, anotó.

Otra ola de violencia policial puede generar inestabilidad al Gobierno de Sagasti, como ocurrió con el breve mandato interino de Manuel Merino. Entre el 9 y el 14 de noviembre la Policía peruana atacó a manifestantes pacíficos en Lima y causó la muerte de dos jóvenes y más de 60 lesionados requirieron hospitalización. Las investigaciones contra los responsables políticos y operativos de ese baño de sangre siguen en curso.

 

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