Mujeres de las 36 naciones originarias que existen en el territorio argentino y latinoamericano se encontraron durante tres días en Las Grutas, una pequeña localidad en la costa marítima de la Norpatagonia, en el Segundo Parlamento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir.

Se trata de un encuentro organizado de manera autogestiva, autónoma, no partidaria, antipatriarcal, anticapitalista y antirracista. El principal objetivo del encuentro es el fortalecimiento de las identidades de las mujeres indígenas, además de compartir experiencias y problemáticas.

“Es la primera vez que vengo, me llevo mucho newen, mucha fuerza” expresó Lorena Reyes de la comunidad Calfunao, de Trelew.

En el encuentro hubo charlas, paneles y talleres en los que se abordaron cuestiones que van desde la determinación del territorio y el cuerpo, la economía, el comercio justo, los “feminicidios” en las comunidades, la violencia institucional, la educación y la formación en prácticas ancestrales entre otras temáticas.

“Es un honor estar compartiendo con todas las mujeres y escuchar tantas experiencias, porque el dolor no es solamente de ustedes, ni solamente mío, es de muchas mujeres. Nos han dividido por países pero por la sangre que corre por nosotras nos hace hermanas” expresaron durante el encuentro.

“Vinimos a conocer a las hermanas, a escuchar las inquietudes y las problemáticas que están pasando los pueblos originarios” señaló una de las mujeres de la comunidad mocoví de Santa Fe.

Por su parte, Moira Millán, mujer mapuche de la comunidad Pillan Mahuisa, creadora del Movimiento Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, evaluó el desarrollo de este segundo Parlamento: “Ha sido muy emotivo, cargado de relatos muy dolorosos, muchas injusticias. Pudimos ver de forma tangible lo que denunciamos como feminicidio indígena. También fue un parlamento que nos brindó el tiempo para danzar, para bailar, encontrarnos con nuestras propuestas, nuestras esperanzas, en unidad, conocer la realidad de hermanas de otros países como Ecuador, y saber que en realidad casi todos los pueblos de Indoamerica estamos en la misma situación de postergación de nuestros derechos. Fue muy importante porque nos dimos tiempo de ceremoniar, es decir, de recuperar ceremonias de todos los pueblos”.

Millán expresó que lo que fundamentalmente arrojó este Parlamento “es el consenso del buen vivir como derecho”. “Creemos que es algo que debemos construir independientemente de los gobiernos de turno. Ahora que estamos frente a la coyuntura electoral y que todo el mundo ve la manera de cooptar sectores para el voto y para perpetuarse en el poder, nosotras hablamos de autonomía y de autodeterminación” destacó.

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