El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Diego Pary, inauguró el jueves la Primera Reunión de Cooperación Sur-Sur para analizar la creación del Instituto Iberoamericano de las Lenguas Indígenas, que fue encomendada en la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.

«Esta reunión regional que iniciamos hoy en Centro de Formación de Agencia Española de Cooperación Internacional tiene una vital importancia para la reafirmación cultural a través de la recuperación, preservación y la revitalización de las lenguas de los pueblos indígenas de Latinoamérica y el Caribe, para graficar la importancia de las lenguas indígenas», manifestó en un acto público.

Pary hizo mención a un discurso del presidente Evo Morales en la Asamblea General de la Naciones Unidas, donde dijo que «ejercer la lengua es uno de los derechos más importantes de los pueblos indígenas».

El Canciller del Estado agregó que la lengua es cultura y proyecta una cosmovisión y forma de vincularse con el resto del mundo.

«Si desaparecen las lenguas desaparecerán las memorias y las culturas de los pueblos», recalcó.

Ese evento, que se desarrolla en la ciudad de Santa Cruz, marca una ruta para la creación del Instituto Iberoamericano de las Lenguas Indígenas, misión que está a cargo de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Ciencia y la Cultura (OEI), al Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (Filac), y a la Secretaría Iberoamericana (Segib).

Por su parte, el Coordinador residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Bolivia, Mauricio Ramírez, ponderó el liderazgo que tiene Bolivia en la defensa de los pueblos indígenas y sus lenguas, mediante la Constitución Política del Estado.

«Bolivia es uno de los países más diversos de la región, con 36 naciones reconocidas que representan el 43% de la población boliviana», agregó.

La presidenta del Filac, Myrna Cunningham destacó la presencia de expertos vinculados a la etnolingüística en América Latina y El Caribe en ese evento, lo que permitirá salvar muchos idiomas que se encuentran en peligro de desaparecer.

«De los 500 idiomas indígenas que se hablan en la región, por lo menos el 25% está en peligro de desaparición. Si perdemos nuestro idioma perdemos la cultura y sabiduría (…), por eso es necesario crear el Instituto de la Lenguas Indígenas».

En el caso de América Latina, con más de 800 pueblos indígenas, hablantes de 560 lenguas distintas, 1 de cada 5 están en riesgo de desaparición muy alto, según el Atlas Sociolingüístico de Pueblos Indígenas, elaborado por UNICEF en 2009.

Cunningham explicó que en esa Reunión de Cooperación Sur-Sur se establecerá un diálogo de saberes y prácticas institucionales innovadoras y efectivas para la revitalización de las lenguas de los pueblos indígenas de América latina y El Caribe, además de analizar las políticas, programas, experiencias y prácticas para la defensa y revitalización de las lenguas indígenas.

Bolivia: A la vanguardia en la protección y promoción de las lenguas indígenas

El jefe de la Unidad de Coordinación para la Diplomacia de los Pueblos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Freddy Mamani, dijo que existe la necesidad de plantear un decenio internacional de las lenguas indígenas, porque el año declarado por Naciones Unidas es “insuficiente” para la recuperación y desarrollo de las lenguas originarias.

“Bolivia y el grupo de países amigos de los pueblos indígenas en la Asamblea General de la ONU, vemos la necesidad de plantear un decenio internacional de las lenguas indígenas en razón de que el año es insuficiente para la recuperación, la preservación, la revitalización, para el fomento y desarrollo de las lenguas indígenas”, indicó, según cita el portal Noticias ONU.

Mamani explicó que se vio “tangiblemente” que el Año Internacional de las Lenguas Indígenas es insuficiente para cumplir con los retos “que nos hemos fijado”, aunque señaló que la propuesta de ampliar el tiempo es resistida por países “fundamentalmente, entre comillas, desarrollados”.

Bolivia, junto con Ecuador, fue uno de los grandes impulsores del proyecto que culminó con la proclamación del Año Internacional de las Lenguas Indígenas en la Asamblea General de la ONU.

Siempre según Noticias ONU, Bolivia es el país de América Latina con mayor proporción de población indígena. De acuerdo con el censo de 2001, el 62% de los bolivianos era parte de algún pueblo originario; sin embargo, para 2012 sólo el 41% de la población mayor de 15 años se autoidentificó como indígena, una cifra que suscitó dudas debido a la gran disminución con respecto a la registrada apenas un decenio antes. Una de las posibles explicaciones de este fenómeno podría ser la migración a las ciudades y la pérdida de la lengua, señalan los expertos.

Para proteger a las naciones indígenas, Bolivia ha implementado en los últimos 13 años una serie de transformaciones políticas, económicas, sociales, culturales, ambientales, jurídicas y normativas que, entre otras medidas, incorporaron las 36 lenguas originarias a la Constitución Política del país, lo que implicó una reforma de las leyes educativas y la creación del Instituto Plurinacional de las Lenguas Indígenas.

Sin embargo, Mamani indicó que el trabajo “apenas comienza”, pues cuando muere un idioma indígena, lamentablemente mueren los saberes, conocimientos, la cultura, las formas de organización, las formas de transición, los conocimientos sobre semillas, que son fundamentales para los pueblos indígenas.

“En ese sentido, estamos trabajando intensamente con todas las instituciones del Estado, con las organizaciones del Pacto de Unidad, que son cinco organizaciones a nivel nacional que reúnen a las 36 naciones indígenas originarias, campesinos interculturales de nuestro país, trabajando fuertemente para conservar a través de planes, programas y proyectos sobre la institucionalidad de las lenguas indígenas”, apuntó.
En Bolivia viven 36 pueblos indígenas, cada uno con su idioma propio, aunque tres de ellos están en peligro de extinción y forman parte de programas especiales de rescate. Las lenguas más habladas son el quechua, el aymara y el guaraní.

Por su parte, el secretario de Desarrollo Productivo de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia, Félix Ajpi, al recordar su infancia señaló que “en aquellos tiempos no eran reconocidas las naciones indígenas originarias como tal, más bien estaba prohibido que habláramos la lengua e inclusive que fuéramos a la escuela. Era un sufrimiento en Bolivia, nos habían discriminado tanto hasta que nos hicieron avergonzar de nuestro propio idioma, de nuestra vestimenta y de nuestra forma de ser. Nos alienaban a un sistema distinto de vivir que venía de las costumbres españolas, no sé de qué parte”.

No obstante, indicó que actualmente, esa situación ha cambiado “radicalmente, sobre todo a partir de 2005. Hemos batallado tanto para tener el poder político. Las 36 naciones ahora nos concentramos en cinco grandes organizaciones en un pacto de unidad que controla el poder político, obviamente con la participación de los obreros y de la clase media. Son 13 años de batalla, ahora es obligación saber necesariamente por lo menos un idioma originario para estar en la función pública. Un ministro, un viceministro tiene que saber, aunque no tenga un origen indígena, tiene que saber”, subrayó.

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