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Semana de la Ciencia en la Facultad de Ciencias Sociales: Relatoría[1] de las reflexiones compartidas entre investigadores y actores de programas sociales, impulsadas desde el Grupo IFIPRAC- Ed (Investigaciones en Formación Inicial y Practicas Educativas)

Analía Errobidart y Gabriela Gamberini (editoras)

Co-autoras: Casenave Gabriela (1), Glok Galli Mariángeles(2) y Recofsky Marianela (3).



[1] Este texto se construye como relato de una situación de encuentro, y se elabora a partir de la desgrabación  de las voces de los participantes en torno de la dinámica de taller propuesta por el grupo organizador (Ifiprac-Ed)

[1]Magister. Docente investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Profesora asociada en la materia Comunicación y Educación. Directora de la carrera de Posgrado: Especialización en Prácticas Socioeducativas en el Nivel Secundario. Codirectora del NACT IFIPRAC-ED. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Lic. Vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales -UNICEN. Docente investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Profesora adjunta en la materia Política Educativa. Integrante del NACTl IFIPRAC-ED. E-mail. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

[2] IFIPRAC- Ed: Investigaciones en Formación Inicial y Prácticas Educativas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Se trata de un grupo interdisciplinar, conformado por investigadores del campo de la Comunicación Social, Antropología Social y Ciencias de la Educación.

(1)Profesora auxiliar en la Facultad de Ciencias Sociales (Carrera de Comunicación Social). Miembro del Grupo IFIPRAC-ED

(2) Lic. en Comunicación Social. Becaria del Grupo IFIPRAC-Ed

(3)estudiante avanzada de la carrera de Comunicación Social. Becaria del Grupo IFIPRAC-Ed


Recibido: 2/09/2013

Aceptado: 10/09/2013

Presentación. Los integrantes del Grupo IFIPRAC-Ed[1] impulsaron el encuentro con coordinadores y talleristas de programas sociales[2] que se desarrollan en el partido de Olavarría,  que han sido, a la vez, campo de estudio para el desarrollo de un proyecto de investigación en curso. El propósito del encuentro radicó en compartir resultados de las investigaciones realizadas, y en generar un espacio de intercambio y construcción compartida de conocimiento, con algún grado de sistematicidad sobre temáticas vinculadas con el desarrollo de prácticas educativas en contextos no formales.

La propuesta se inscribe en el marco de la Semana de la Ciencia, que es una iniciativa impulsada por el MINCyP[3] que, entre sus propósitos centrales, se propone generar espacios de socialización y difusión del conocimiento que se construye en los grupos de investigación radicados en la universidad o en institutos científico-tecnológicos. Se trata de tender puentes entre el saber científico y otros saberes del entorno social,  de  manera tal de redescubrir que la ciencia no solo se vincula con grandes inventos,  laboratorios y tubos de ensayo, sino que también se relaciona con situaciones próximas y habituales a  problemáticas sociales cotidianas.

La generación de espacios para la discusión, y la reflexión -entre docentes, investigadores, becarios y  público en general- de edades y trayectorias educativas diversas-, que forman parte de organizaciones, escolares (todos los niveles del sistema educativo), gubernamentales y de  la sociedad civil configuran un ámbito propicio de intercambio de experiencias y de saberes.

La socialización del conocimiento académico plantea  una serie de desafíos, por un lado, la capacidad para desarrollar  instancias de interlocución y retroalimentación entre diferentes actores sociales en torno a temas y resultados de investigación  producidos a lo largo de años de trabajo; por otro lado, la posibilidad de hacer comunicable la producción de conocimiento en términos de aportes para la mejora de los procesos societales. Supone, en consecuencia, una excusa para entablar nuevas relaciones y procesos de trabajo compartido y colectivo.

Como producto del Taller, surge este texto, relato de la experiencia compartida.

El  taller “Experiencias de trabajo socio- educativo no escolarizado en organizaciones sociales. Desafíos y obstáculos”, fue organizado con el propósito de compartir los primeros hallazgos con las organizaciones sociales que formaron parte del campo de la investigación,  y a la vez, generar un intercambio y análisis que nos permita reflexionar conjuntamente sobre la significatividad y confiabilidad de los resultados obtenidos. Se trata de  poner en debate, de forma práctica y directa con los representantes de distintos programas o espacios sociales donde se desarrollan programas educativos más allá de la escuela, las principales categorías de análisis con que los investigadores realizamos el trabajo de campo, tal como se formula en el proyecto de Investigación.

Así nos proponemos socializar los resultados de una investigación que el grupo IFIPRAC-Ed  realiza en el período 2008-2010 y que  se denomina “La educación como  práctica sociopolítica”.  El objetivo general del proyecto ha sido formulado del siguiente modo:

Analizar las prácticas educativas alternativas que surgen en los nuevos escenarios sociales y los sentidos de educar que estos suponen, en la ciudad de Olavarría, en el período 2008-2010”

El trabajo se realizó en tres etapas:

-en la primera, se relevaron programas sociales, ONGs y proyectos de base, con dependencia nacional, provincial, municipal o privado, en funcionamiento en el territorio local (Olavarría)

-en la segunda, se establecen los criterios de mapeo del territorio, pasando del barrio a la Zona Territorial, como lo propone el plan Municipal de Gestión Territorial (2008) y se define qué vamos a entender por prácticas educativas alternativas a las formales

-en la tercera, se seleccionan los espacios sociales de intervención donde a juicio provisional de los investigadores, se realizaran prácticas educativas alternativas a las formales.

Así, se inicia el trabajo con los siguientes 9 programas sociales y 2 ONGs[4].

Se propone trabajar en torno de tres ejes que como presupuesto del equipo de trabajo, constituyen “el corazón” de las prácticas educativas: los sujetos de las prácticas (ubicamos aquí coordinadores, responsables y destinatarios); el contenido de las prácticas educativas (tratando de encontrar la sustantividad de la tarea que organiza al grupo); y finalmente, la metodología de trabajo, esto es, las estrategias que cada grupo adopta para el desarrollo de la tarea.

La dinámica consistió en una caracterización y puesta en común de los principales criterios que definen la labor en programas y ONGs, en torno de los tres ejes señalados: los sujetos de las prácticas, el contenido de las prácticas, las estrategias de trasmisión/puesta a disposición de los participantes.

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- Los sujetos de las prácticas

A la hora de pensar los sujetos que participan de las iniciativas de “educación por fuera de la escuela” que nos encontramos tematizando, surgen dos interrogantes que nos ubican en el análisis de los actores y las acciones que desarrollan los sujetos que participan de los espacios educativos por fuera del sistema: ¿A qué sujetos se encuentran destinadas estas iniciativas? y  ¿qué las habilidades o estrategias requiere el trabajo en estos espacios socioeducativos?.

 En el caso de las habilidades o estrategias requeridas para talleristas y coordinadores se recupera el compromiso que asumen con la tarea que desempeñan, por sobre otras habilidades profesionales.  El compromiso es dimensionado en algunos casos como “compromiso ideológico con los pobres” (Macondo Mutual de Arte Creativa) y en otros casos como  la capacidad para “poner en cuerpo” (Callejeadas Sierras Bayas y Loma Negra). Poner el cuerpo hace referencia a implicarse emocional y profesionalmente con las obligaciones y responsabilidades que requiere la tarea, como también con los destinatarios de las acciones.

Sobre los destinatarios, se registraron dos construcciones diferentes en torno a quienes van dirigida las intervenciones. Prevalece, en un caso, los jóvenes en  situaciones de “vulnerabilidad social”. Esta tipificación hace referencia a jóvenes que requieren de la intervención social para poder mejorar sus condiciones de vida, que resultan por lo menos en principio, deficitarias. Este tipo de reflexión se realiza desde organizaciones no gubernamentales, pero no desde los espacios que mantienen relación de dependencias con el Estado[5].

En el segundo caso, que aparece en los programas considerados, es que las acciones de los espacios educativos por fuera del sistema tienen como destinatarios a “todos los jóvenes” haciendo referencia a intenciones universalistas[6] en la construcción de destinatarios de las acciones consideradas.

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- Los contenidos de las prácticas

La diversidad de programas  relevados, a los que se hace referencia, dan cuenta de diversos contenidos que median la relación entre los coordinadores  y los destinatarios, en pos de conseguir objetivos diversos.

Tanto las Callejeadas como Macondo Mutual de Arte Popular y Territorio Joven, a través de sus talleres abordan contenidos que apelan a la cultura popular con los cuales identifican a sus asistentes. Lo hacen principalmente desde  el contenido artístico, pero en el caso de Callejeadas, también validando otros saberes como cocinar, por ejemplo. Desde este espacio los coordinadores consideran que estos aprendizajes, los acerca al mundo de los oficios y les puede proporcionar una salida laboral a futuro, o inmediata.

Sin embargo detrás de los contenidos que se hacen explícitos se esconden objetivos que difieren entre sí: si Macondo busca que los concurrentes sean capaces de reconocer las condiciones estructurales que los ubican en determinada posición social, mientras que Callejeadas busca garantizar y proteger los derechos de los jóvenes, estimular su autoestima, y reconstruir las relaciones  vinculares en esa situacionalidad que ocupa el tiempo libre, utilizando los contenidos como medio. Territorio Joven, al mismo tiempo que brinda un espacio social de contención, pretende capacitar para el desempeño laboral.

Asimismo, entre las distintas sedes de Callejeada, varían los talleristas y los contenidos de los talleres, ya sea por el contexto, el perfil de sus asistentes y/o sus coordinadores y las disponibilidad de recursos.

La particularidad de Callejeada, en relación a estos otros dos programas, es que a su vez busca fomentar la continuidad  escolar de los jóvenes. Por ello, establece un taller de apoyo escolar cuyos contenidos se relacionan a las demandas e inquietudes de los jóvenes en relación a los contenidos que se abordan en la escuela. Adquiere así, una funcionalidad al sistema educativo que se orienta al sostenimiento de la escolaridad, en tanto considera la educación secundaria como un derecho y una obligación actualmente vinculada a los discursos inclusivos.

A diferencia de estos espacios, el Departamento educativo de La Máxima, en sus prácticas aborda contenidos del área de Ciencias Naturales que remiten al sistema escolar y su currícula, modificando el formato a través de la dinámica de taller y el propio espacio donde se desarrollan, el Parque Zoológico.

Los talleres se plantean a principio de año y se envía el listado de los mismos a las escuelas, para que seleccionen de cuáles participar en función de los intereses y dinámica escolar. A la vez, los representantes escolares pueden sugerir contenidos a partir de los cuales se organice una nueva propuesta.

En relación al programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, éste aborda contenidos que tienen como uno de sus principales objetivos lograr la inserción de los asistentes en el mercado laboral, brindándoles herramientas no solo teóricas, (vinculadas al derecho laboral, al propio reconocimiento de su perfil posible de inserción), sino posibilidades de llevar a cabo prácticas mediante un sistema de pasantías. Este proceso es acompañado por un seguimiento de los asistentes mediante tutores, que permite establecer un punto de referencia que sostenga el recorrido de los jóvenes.

-Las estrategias de trasmisión/puesta a disposición de los participantes

Los espacios educativos analizados durante el taller, presentan, en relación a la metodología de trabajo, similitudes que es importante destacar.

En primer lugar, los cinco programas vinculados con el Estado, organizan su dinámica de acuerdo a los lineamientos generales estipulados por los organismos - nacionales, provinciales o municipales- de los que dependen o de las entidades a las que pertenecen.

De acuerdo a los objetivos de los distintos programas se conforman los talleres, módulos y capacitaciones, se organizan los ámbitos de trabajo con los destinatarios. Pero pese a presentar una estructura básica predeterminada, la libertad de acción y la flexibilidad al momento de implementar los lineamientos y abordar los contenidos es una característica común de todos los espacios.

Por ejemplo, las coordinadoras de las Callejeadas (ámbito municipal) presentan proyectos – que denominan “institucionales” – en los cuales explicitan los principales objetivos y ejes de trabajo. Los talleristas que allí trabajan también elaboran propuestas en las que diseñan cómo se desarrollarán las actividades en sus espacios. Pero pese a respetar una “visión y misión” que unifica  las Callejeadas, en cada una de ellas las dinámicas de trabajo y la oferta de talleres, varía de acuerdo a las necesidades del barrio o comunidad y la impronta del coordinador a cargo. Es éste último quien selecciona al personal y determina – junto a los talleristas - las acciones que se llevarán adelante en el espacio educativo.

Los representantes de las organizaciones participantes destacaron la  necesidad de que los capacitadores y talleristas lleven adelante los programas respondiendo a las necesidades de los niños y jóvenes, o atienda a las demandas del entorno. Y a la vez, que cada agente pueda asumir su compromiso con la tarea – “poner el cuerpo”- y con los sujetos con los cuales comparten estas experiencias.

En una de las ONGs, se espera que los talleristas desarrollen su tarea apelando al diálogo, a  la escucha y la reflexión que habilite al otro, le permita desarrollarse y construir un proyecto propio.

En los distintos espacios relevados, se enuncia la idea de considerar a los niños y jóvenes como sujetos de derecho, como ciudadanos capaces de elegir, criticar y reflexionar, tanto en torno a sus propias acciones como a las actividades que se llevan adelante en los programas[7].

En la Callejeada Loma Negra –relatan- , surgió un grupo por iniciativa de los propios jóvenes,  que demandaban un espacio de trabajo y reflexión propio,  y se reúne los días viernes para realizar actividades de cocina y dialogar acerca de las temáticas que ellos deseen.

La metodología de trabajo al interior de los talleres o módulos – de acuerdo al programa del que se trate – depende de la  formación  y experiencia de los capacitadores y de su intuición, para comprender las necesidades de los destinatarios. En general, estos programas vinculados con la educación no formal son abiertos y dinámicos. Por ello resulta fundamental la flexibilidad por parte de los talleristas, quienes deben modificar sus estrategias o generar  que respondan a las demandas de los participantes.

Más allá de los contenidos y actividades proyectados para el trabajo, la dinámica comunicacional y vincular se basa en el encuentro y el diálogo, e intenta alejarse de la estructura verticalista que caracteriza a los espacios de educación formal, es decir, a las escuelas.

Por último, es importante destacar, que si bien la metodología y dinámica de trabajo al interior de estos espacios educativos no formales se diferencia de los formatos escolares tradicionales, existe una articulación con las instituciones, que en alguno de los casos es más explícita que en otros. Por ejemplo, el Departamento Educativo del Parque La Máxima trabaja con las instituciones educativas de la ciudad – de los distintos niveles – a las cuales ofrece jornadas o actividades especiales vinculadas al cuidado y respeto por la naturaleza. En tanto, uno de los objetivos principales del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo se relaciona con la terminalidad educativa. Por su parte, Macondo, Territorio Joven y las Callejeadas, fomentan la articulación de las actividades que en sus espacios se realizan con las escuelas de los barrios o comunidades a las que pertenecen y promueven la inclusión escolar, a través, por ejemplo, del trabajo que se acuerda y produce con los equipos de orientación escolar.

- Acerca de las prácticas educativas: interrogantes para seguir pensando

Escuchar y reflexionar acerca de las experiencias relatadas por los actores de los programas sociales, en comparación con los informes y relevamientos de la investigación,  favoreció el debate acerca del alcance de  lo que consideramos prácticas educativas y, en este proceso, implico la revisión de ciertos aspectos vinculados con el sentido moderno de educar, representado en el formato escuela.

En primer lugar, si bien se considera la mediación necesaria de algún contenido en la relación entre los coordinadores de los espacios y sus destinatarios, aparece con gran fuerza la referencia al vínculo afectivo entre dichos actores como elemento constitutivo de cualquier práctica que se pretenda educativa. Se considera que es central el “estar abierto para ver qué les está pasando a los chicos” (Coordinadora Callejeada Sierras Bayas) más allá del contenido específico con el que se pretenda trabajar. En este sentido, la cuestión afectiva se plantea atravesando la relación pedagógica.

La intención de los espacios en cuestión es distanciarse en parte de la educación formal en la medida en que se proponen “revincular” a los sujetos en ciertas tramas de lo social, por lo que, nuevamente, más allá de los contenidos, lo que se plantea es una incidencia en la subjetividad de los otros-destinatarios. Se trata, enfatizan los coordinadores,  de fortalecer y afianzar los vínculos para definir  luego las cuestiones normativas.

Los talleristas involucrados en las prácticas educativas así concebidas, manifiestan implicarse  en ellas  buscando un conocimiento del otro para que las propuestas que ponen en acción tengan un sentido para los destinatarios, un sentido que es, precisamente, subjetivo.  ¿Constituyen estas prácticas objetivos no explícitos de algunos programas,  o se trata de prácticas efectivas que se repiten por su funcionalidad? ¿Subyace a ellas una intencionalidad no explícita de control social de los cuerpos y de la subjetividad?

Pensar más allá de la dimensión normativa y del contenido previamente establecido hace que las prácticas educativas que se configuran deban tener en cuenta dos dimensiones al mismo tiempo: aquellas que es necesario hacer explícito por ser parte de un programa, de una currícula o un plan de trabajo establecido, y otra dimensión implícita de cuestiones que no necesariamente son planteadas pero que también se enseñan y se aprenden permanentemente, como las relacionadas con los comportamientos sociales aceptados, los derechos individuales y colectivos, entre otros.

Por otro lado, las prácticas educativas se piensan aquí vinculadas a un espacio determinado (cubierto o descubierto, reducido o basto), y se busca que los sujetos participantes reconozcan a ese lugar como un lugar de pertenencia. En relación con esta afirmación,  es que se pone énfasis en la importancia de “estar”, de permanecer en el espacio, como forma de “ir generando cosas” (vínculos, pertenencia, “lazo” social).

Se considera que el sentido de la práctica educativa no se produce previamente, sino en el tránsito por ella, en la posibilidad de vivenciar las propuestas constituyendo un aspecto central para pensar los procesos educativos hoy en día y un verdadero desafío para las políticas educativas y los agentes el sistema, pues en cada encuentro, se debe “ganar” el interés del destinatario.

Asimismo, y como había sido previamente considerado en la hipótesis de investigación del grupo IFIPRAC-ED, estas experiencias dan cuenta de prácticas educativas - en la medida- en que existe una intencionalidad en ellas. El sentido educativo se relaciona necesariamente con un sentido político que implica tomar conciencia del mundo y del espacio presente; y tiene, además, que presentar una continuidad en el tiempo. No obstante, dicha continuidad en el tiempo es una especie de continuidad en el cambio, en la medida en que se trata de prácticas pensadas desde la exposición a lo diverso (la posibilidad de que los destinatarios varíen de encuentro en encuentro, de que aparezcan nuevos sujetos, otros dejen de asistir).

Las alternativas a las cuales se enfrentan los actores involucrados en estos espacios conducen a problematizar el sentido que hoy reviste lo educativo. La construcción de la subjetividad, la implicación de lo afectivo, la discusión en torno de la intencionalidad en estas prácticas, el grado de sistematicidad y continuidad, el trabajo interno que las sostiene, los roles asignados y reconocidos a los talleristas o coordinadores son algunas de las cuestiones que forman parte de las aproximaciones que se construyen en torno de la cuestión. Son éstas las que convocan a reflexionar acerca de la posibilidad de acompañar, de construir espacios de escucha, de intercambio con el otro y de trabajo compartido, así como también a explorar las contradicciones y las tensiones que se registran en el proceso.

- Reflexiones para el cierre

La presentación de la investigación y sus resultados generó e hizo propicio el encuentro y fortalecimiento de las dos partes involucradas, a través de debates reflexivos con los actores principales de los espacios relevados. Este espacio, nos brindó la posibilidad de experimentar la necesidad de los investigadores sociales de mantener un vínculo con las comunidades más allá del tiempo que dura el trabajo de campo, para poder revisar con ellos significaciones y alcances de las interpretaciones a las que la investigación arriba.

Por parte de los representantes de la comunidad presentes, fue un espacio abierto –que valoraron positivamente- para plantear problemas prácticos y debates ideológicos en torno de sus propias prácticas y los alcances de los programas sociales.

El encuentro, para cerrar,  resultó útil para reivindicar el trabajo desde dos perspectivas diferentes (la de los talleristas  y la de los investigadores) y para estrechar vínculos que habilitan la continuidad del trabajo compartido.


[1] IFIPRACD significa Investigaciones en Formación inicial y prácticas educativas. Es el grupo de investigación que pertenece al Departamento de Profesorado de la Facultad de Ciencias Sociales. Sus actividades se iniciaron en  el año 2003, donde el objeto de estudio se focalizó en las prácticas de los graduados de profesorados. Pero a partir del año 2008, salimos de las prácticas educativas circunscriptas a la escuela para empezar a mirar los procesos educativos que como producto de las transformaciones sociales e institucionales, se están generando por fuera del sistema educativo. El grupo está integrado por: María Elsa Chapato –directora-; Analía Errobidart -co- directora del grupo-, M.F. Caruso, Constanza Cafarelli, Gabriela Casenave, Gabriela Gamberini, Gastón Marmissolle, Stella Pasquariello, Analía Umpiérrez, Rosana Sosa, Ana Viscaino. Y las becarias: Mariángeles Glock Galli y Marianela Recofsky.

[2] Participaron del encuentro Claudia Ortelli, Yanela  Alves y María Luz Dietrich (Coordinadora y talleristas de Callejeadas Sierras Bayas); Patricia Paola Pérez (Coordinadora de Callejeadas Loma Negra) y Dolores Muro, Coordinadora General del Programa Callejeadas en Olavarría)- Por Ifiprac-Ed participaron: Constanza Caffarelli, Gabriela Casenave, Analía Errobidart, Gabriela Gamberini, Mariángeles Glok Galli, Gastón Marmissolle y Marianela Recofsky.

[3] Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Secretaría de Planeamiento y Políticas.

[4] Programas sociales dependientes distintos niveles de gobierno: dependientes de la Dirección de Políticas Educativas de la DGEyC: CAJ y Patios Abiertos; dependientes del gobierno municipal: Callejeadas, Orquesta Escuela y Departamento Educativo del Parque Municipal La Máxima; de gestión compartida: Banquito Popular de la Buena Fé; Jóvenes con más y Mejor Trabajo; ONGS: Territorio Joven y Macondo Creativa Mutual de Arte Popular.

[5] Que cuenta con dispositivos y políticas específicas para estos fines en dependencias tales como la Sub- secretaría de Desarrollo Social en lo que hace al ámbito municipal.

[6] Las políticas públicas universalistas hacen referencia a acciones de intervención social que se separan (o por lo menos intentan hacerlo) de las denominadas políticas focalizadas. Por tal se hace referencia a modalidades de intervención social caracterizadas por la construcción de un grupo específico de destinatarios bajo los preceptos de eficacia (rapidez en la solución del problema que motivo la intervención) y optimización del uso de los recursos. Este modelo de políticas sociales fue propio del período de la década de 1990 (Andrenacci, 2005; Duschatzky, 2008).

[7] La reciente sanción de la Ley Nacional  Nº 26061/06 y Ley Provincial N°13298 de Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes introdujo modificaciones en las normativas destinadas a la atención de niños y jóvenes. Desde esta perspectiva, se incorpora, al menos en el discurso/en la enunciación, la perspectiva de  jóvenes y niños como sujeto de derecho.


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